LA POESÍA UNIVERSAL DE PAULO DE CARVALHO
Como la generación mimeógrafo, como los poetas independientes del 80’, como los trovadores de la historia y los cantadores nordestinos, Paulo Carvalho lleva a las calles su poesía universal que al decir de Pablo Rocha, «…sus poemas auto analíticos, los existenciales, los metafísicos, los versos libres quedarán en la memoria por la fuerza, por la imágenes evocativas y la originalidad presente…».
GELES
“Nomem est omen”
“La gloria es un augurio”
En la boca, una dulce frialdad
Y en todo el cuerpo una picazón.
En la pared, un escorpión
Y ante los ojos un mito
En la puerta, una bolsita abierta
Y en los pantalones un bolsillo agujereado.
En el bar, después de saciado,
Me quedo sin salir a vagar,
Dejo empeñado un libro de Lénin
Que nunca más vuelvo a recoger.
SIMPLE MISTERIO
Es un misterio que me ronda enteramente
Y de él, incluso hablo a veces
Sin saber el motivo derecho.
No se pude llorar, ni tampoco sonreír
Lo que tengo guardado en mí,
Pero siento la armonía medio caótica
De los pájaros que el poeta cantó
Indefenso prisma
Vidente deslumbrado ante la plata de la luna
Y ciego delante del dorado fuego del sol.
Paulo de Carvalho es natural de Igaracy del Estado de Paraiba, Brasill. La pernambucana ciudad de Recife lo adoptó desde la adolescencia en un periodo de efervescencia de los movimientos estudiantiles. Movimientos artísticos – culturales – musicales y fundamentalmente políticos, en los cuales, Paulo, se entrelazó como un samurai.
Fue militante de GPI (Grupos de poetas independientes), participó de la antología poética de “Livro 7”, emblema de la cultura ciudadana de Recife, de los recitales poéticos en el célebre “Beco da Fome”, donde los bardos, entre bares amontonados, a lo largo de una calleja extremadamente angosta despertaban a los espíritus de Baco y Bragi.
La ecuatoriana Dioselina Sánchez Mendoza escribió: “Don Paulo de Carvalho, el señor de la literatura, nos describe un despertar. El comprendió que los elementos de la vida gozan en la espiritualidad y en la naturaleza y en ese despertar podemos encontrar la verdad…”