Mientras el mundo condena la guerra en Ucrania, el Ejército de Azerbaiyán atacó civiles de la comunidad Khramort en la región Askeran de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), según informó la Fiscalía General de Artsaj el 6 de marzo.
Gracias a la pronta reacción de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz la situación se estabilizó”, dijo la Fiscalía General en un comunicado.
Guerra Ucrania – Rusia
El comienzo de la guerra en Ucrania por parte de las fuerzas rusas el pasado 24 de febrero, y el masivo repudio a la agresión de Moscú, junto a la creciente batería de sanciones económicas y presiones de todo tipo al régimen de Vladimir Putin, encuentra a Armenia en una posición muy vulnerable.
Ya es sabido que Rusia es un socio estratégico de Armenia, pero desde hace años y mucho más desde la segunda guerra de Artsaj en 2020, Rusia es el principal aliado en la disputa política, militar, diplomática y hasta económica con Azerbaiyán. Y la garantía –relativa, pero garantía al fin- de que Armenia, literalmente, no desaparezca del mapa a manos del tándem Erdoğan-Aliyev.
Ésta es la razón por la que Armenia fue el único país que el pasado 25 de febrero, al día siguiente de la invasión rusa a Ucrania, votó en contra de la moción para expulsar temporalmente a Rusia del Consejo de Europa.
Armenia integra el lote de 35 países (China, India, Irán, Irak, Kazajstán y varios latinoamericanos, entre otros) que se abstuvieron de votar contra Rusia en la sesión de emergencia de la Asamblea General de la ONU el pasado 2 de marzo.
Gran parte de la frontera de Armenia con Turquía en el oeste, y con Azerbaiyán en el este, con foco en Syunik y el corredor de Berdzor (Lachín) están custodiadas por fuerzas rusas. Ni hablar de las 5000 tropas desplegadas en distintos puntos de Artsaj, con epicentro en Shushí y monitoreo en los límites del enclave armenio, para evitar una virtual “invasión” azerí.
El último ataque de Azerbaiyán en las zonas fronterizas de Armenia y Artsaj tiene como objetivo presionar a Armenia, por un lado, y crear una atmósfera de miedo y desesperación entre la población más vulnerable de las dos repúblicas. El plan es el de siempre: avanzar en el programa de aislamiento y expulsión de armenios de sus asentamientos a través de la intimidación, manteniendo el miedo constante entre ellos.
Un dato que eriza la piel de sólo pensarlo. ¿Qué pasaría en Armenia si la guerra en Ucrania termina con inestabilidad política en Rusia y Putin fuera del Kremlin?
Más allá de las consideraciones sobre el presidente ruso, lo cierto es que en noviembre de 2020 fue el único político con las espaldas suficientes para frenar a Recep Tayyip Erdogan y forzar a Aliyev a detener su marcha en Shushí, evitar la caída de Stepanakert y sentar al autócrata azerí en la mesa de negociaciones con Armenia. (La OTAN y países accidentales hicieron oidos sordos cuando ARTSAJ fue invadida y su pueblo masacrado por el ejército de AZERBAIYÁN)
En una entrevista con Civilnet, Eric Hacopian, analista y consultor político armenio-estadounidense, señaló recientemente en relación al conflicto en Ucrania que “el mundo que conocimos desde 1991 hasta 2022 ya no existe, y todo empezó de nuevo el 24 de febrero”.
Fuente: Diario Armenia