El atentado al Poder Ejecutivo Nacional en la figura física de su Vicepresidenta es un hecho que no tiene antecedentes en los últimos 40 años. Viene de la mano de la escalada de violencia de los sectores derechosos que proponen “el que quiera estar armado que se arme”, la propuesta de incendiar el Banco Central, la teoría Irurzun, la justificación del gatillo fácil, la complicidad de la justicia argentina con los conglomerados económicos y un perverso accionar de la prensa dominante en la desinformación y el ataque constante a todo lo que huela popular y regularización estatal.
Se acusa a algunos funcionarios y hasta al propio Presidente de la nación de una perdida de energía ante este hecho aberrante e injustificado, y la poca reacción de la militancia partidaria en el resguardo de la vida de Cristina Kirchner y las instituciones.
Lo cierto es que los agresores marcaron la ventana con bombas de pintura roja y la policía porteña tardó cerca de 20 minutos en intervenir. Fue un ataque planificado ante la sorpresa de miles de personas movilizadas en protesta del préstamo del FMI, de 57 mil millones de dólares (llegaron 46 mil millones) que deberá pagar de su propio bolsillo el pueblo argentino.
Seguramente caerán algunos perejiles para justificar el proceder de la justicia pero no esperemos que sus mandantes ni siquiera sean identificados.
Veamos como se manifestó Sergio Massa:
El gobierno del Frente de Todos que comenzó titubeando con la estafa del Grupo Vicentín, y marchas con banderas argentinas apropiadas a la verdadera historia patria, se encontró con el feroz ataque silencioso e invisible del Covid 19. La gestión gubernamental fue impecable en las medidas y en la logística si se tiene en cuenta la ignorancia internacional de cómo enfrentar la pandemia. ¿Qué hubiera pasado si no teníamos una aerolínea de bandera? ¿Quién hubiera sacrificado horas de vuelo buscando vacunas por el mundo y que deuda hiper millonaria nos hubiera quedado con las empresas privadas que imprescindiblemente se hubieran contratado?.
En el medio de todo eso estalló la bomba que dejó el gobierno de Cambiemos compuesto por Gerentes de los grupos mafiosos económicos que enriquecieron sus ya ricos bolsillos.
Guerra en Ucrania
Y para que no quede duda de la mufa que acecha al Frente de Todos, llegó la guerra que viene de Ucrania, un país que pocos argentinos saben su localización geográfica pero que sorprendentemente golpea la puerta de los más pobres y de una clase media empobrecida por su propia ignorancia electoral.
Un pequeño detalle para tener en cuenta hasta dónde llega la avaricia de los poderosos:
Durante la campaña 2021 /2022 el margen de ganancia de los productores (¿?) fue arriba del 40% en DÓLARES por hectárea, mientras que los costos en PESOS (gastos de comercialización, fertilizantes y labores y servicios, aumentaron una media de 16%, entre 8 y 21%), La suba de transporte fue del 8%.
A este gobierno solamente le restan dos opciones ante las ganancias desorbitantes de los que manejan el agro y la ganadería: aumentar las retenciones o un fideicomiso público, que con la recaudación el ejecutivo pueda realizar compras de trigo y venderle a precios populares a los molineros.
¿Qué otra catástrofe le avecina al Frente de Todos?