La ácida espera de los héroes de Malvinas
Tras el término de la guerra provino un periodo de desmalvinización por parte de Generales que había llevado a miles de chicos a una guerra desigual con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que apoyaba al reino británico usurpador de las islas Malvinas.
Ricardo Riki Solé, combatiente en Malvinas
Esos chicos – hombres –soldados que sorprendieron por su valor y coraje, entregaron lo más preciado de sus adolescencias a la bandera de la patria. Y recibieron como recompensa el ocultamiento y la desconsideración de los jerarcas y gran parte de la sociedad.
La soledad y el olvido llevaron a muchos pibes al suicidio, una cantidad que casi cuadriplica a la cuantía que había caído en combate en defensa de la patria. Porque eso es lo que hicieron: defender a la patria, visión totalmente opuesta al gobierno militar cuya única y absoluta estrategia era perpetrarse políticamente en el poder.
Esos muchachos, que volvieron soldados veteranos curtidos por la nieve de las islas y el rugir de las bombas del enemigo, desde 1982 hasta 1990 cuando se sancionó la primera pensión, un beneficio de Desarrollo Social, no tuvieron resarcimiento económico, ni sistema de salud, ni asistencia psicológica, por tal razón, el Congreso de la Nación , después del acuerdo entre la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, y el combatiente del M28, Alfredo Pucci, busca sancionar la Reparación Histórica que consiste en 104 pensiones mínimas de la ANSES abonadas en 24 meses cuyo monto será equivalente al valor de 104 -CIENTO CUATRO- jubilaciones mínimas del Sistemas Integrado Previsional Argentino (SIPA) el cual se abonará en 24 cuotas consecutivas y actualizadas según el Artículo 32 de la Ley 24241 de movilidad jubilatoria.
Hasta la presente fecha el Poder Ejecutivo no ha hecho efectiva la ley y nuestros héroes siguen esperando que la Nación otorgue una reparación de guerra que los dignifique como soldados del pueblo.