Nocturno
Mi estar cambia las cúpulas de la noche
mis ojos queman el andar de mundos extraños
vuelvo a mi hoguera
y me revuelco a mi lado, esperando regresar
mi estar cambia las alas del pájaros nocturno
mi soledad se inquieta
al no poder volar tan bajo.
Se hace de noche
y aún no estoy
me convida el espejismo
el río preñado. alarga su brazo,
tiene cuerpo de mujer.
Zumban sus pechos de zumuva morena
mi estar se arroja de servicio acosado
me sucede, busco algo que ya nadie aquí,
podrá darme, y lo busco… acosado.
LA DIESTRA
Avatares de la vida
impropios
calumniadores de existencia
falaces falanges fácticas
exuberancia de sentidos condenados a la nada
fantasmas de no ser
espíritus apócrifos…
Ensalada sin huevo.
Del Libro Ríos de Fuego de Daniel H. Varela
Editorial Dunken – Noviembre 2020