Hacé que la noche venga
Un libro que se lee como si te lo estuvieran leyendo en voz alta, ese extraño placer que los lectores disfrutamos a veces. La oralidad en los libros de Leonardo Oyola es ya conocida, sus relatos se «escuchan», y esta novela policial, con tintes de terror, ambientada en una Buenos Aires de finales de los años 30, no es la excepción.
Narrada desde Tres, un, como se denomina, atorrante viejo, la novela discurre por los caminos del policial casi negro, casi clásico. Además de escucharse, este libro (cómo los otros del autor) se puede ver. Es fácil imaginarlo en fílmico, desde una butaca cómoda, comiendo pochoclos.
Disfrutable, con una investigación histórica notable, Hace que la noche venga, nada entre aguas aventureras.