Los cuentos largos que componen este volumen de Joyce Carol Oates pueden resumirse en esa imagen de la tapa: un sendero brumoso, en un bosque, en dónde apenas ingresa la luz del sol.
Lo inquietante es atmosférico en cada uno de los cuentos, desde el que le da nombre al libro, en dónde, desde la óptica de una adolescente, vemos los turbios y sanguíneos asuntos de un pariente algo lejano; haga el último, «Bienvenido a un vuelo entre amigos», en el que un viaje para observar aves en Alaska, da un giro inesperado, un cierre perfecto para una serie de cuentos poco complacientes, políticamente incorrectos y, sobre todo, exquisitamente escritos.
Cada uno de los relatos de este libro merece segundas lecturas, vueltas de página y lápiz para subrayar frases certeras, párrafos enteros o simplemente palabras bien ejecutadas.
¿Dan ganas de seguir con la autora? La respuesta es un sí rotundo.