Comitivas invisibles

hace 11 meses

Comitivas invisibles – Cuentos breves de fantasmas

EL FANTASMA

Gustavo Tatis Guerra (Bogotá)

¡Salga de aquí, por favor, salga rápido de la casa! – le dijeron los niños al fantasma.

¡Ya, ya, no me acosen! ¡Ya voy a salir! –dijo desconcertado el fantasma-. Ustedes tienen la culpa. Ustedes me imaginaron.

ESCENA CALLEJERA

Fabián Vique (Belgrado)

Ella me mira de una manera que parece atravesarme. Ella viene hacia mí con ímpetu y pasa a través de mi cuerpo como si uno de los dos fuese un fantasma. Me doy vuelta y la veo besar a un hombre abominable.

Grito pero no me escuchan. Enciendo un cigarrillo.

CUENTOS DE HORROR

Juan José Arreola (Mexico)

La mujer que amé se ha convertido en un fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.

FANTASMA TRADICIONAL

Eugenio Mandrini (Buenos Aires)

En la mitad de la noche la sábana se despertó y salió a trabajar.

EN EL DESCANSO

Héctor Pellizzi (Junín de Buenos Aires)

Él la quería. Ella lo ignoraba. En el descanso de la escalera le dio dos tiros en la cabeza. Hoy, ella sube y baja y se pasea por la cocina.

EL ENGAÑO

Marcial Fernández (Mexico)

La conoció en una bar y en el hotel le arrancó la blusa provocativa, la falda entallada, los zapatos de tacón alto, las medias de seda, los ligueros, las pulseras y los collares, el corsé, el maquillaje y, al quitarle los lentes negros, se quedó completamente solo.

EL PEOR CIEGO

María Cristina Ramos (Neuquén)

Dice que se ocultó en el sótano para esperar al fantasma. Se acomodó a los largo de la línea en que la pared se besaba con el piso, y apoyó su cabeza clara en un redondel de sombra,

Cuenta que se durmió y que en el sueño una figura celeste subía y baja las escaleras, y cuando subía era mujer pero bajaba varón y, a final, se hacía polvo radiante enroscándose en el rayo de luz que se filtraba por la cerradura. Y dice que fue una pena no haber podido descubrir al fantasma.