El Movimiento de Escritores Independientes en Brasil
por Eduardo Martins * I Parte
El Movimiento de Escritores Independiente de Brasil contó en sus filas al poeta argentino Héctor Pellizzi, de ardua militancia en la región nordeste, y uno de sus principales referentes. La dictadura militar, en 1976, había adherido al “Plan Cóndor”, y en 1980, año que llegó Héctor a Brasil, habían desaparecido tres argentinos, Lorenzo Ismael Viñas, en Uruguayana y Mónica Susana Pinus y Horacio Campiglia, en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro, no obstante, el General Figuereido llevaba adelante un proceso de apertura gradual y en esos primeros años permitió la formación de nuevos partidos políticos. Esa incipiente apertura movilizó a los jóvenes de aquella época.
El origen del Movimiento de Escritores Independientes está íntimamente relacionado con los medios académicos, más precisamente con el 1º Encuentro Nacional de Estudiantes de Letras-ENEL-, realizado en Salvador, Estado de Bahía, en 1980, donde ocurrió una reunión de escritores denominados inicialmente “Escritores Nuevos” y de donde surgió la decisión de realizar encuentros provinciales (estaduales) con el objetivo de llevar las tesis de ese encuentro para el II ENEL, a realizarse en Vitoria, en el Estado de Espíritu Santo, en 1981.
Este segundo evento contó con la participación de aproximadamente 16 Estados de la Federación.
Pernambuco, localizado al nordeste de Brasil y en esa época con más de 7 millones de habitantes, realizó dos de esos eventos en la Fundación de la Casa de los Niños, en la Ciudad de Olinda, primera capital del Estado, usina de payadores y poetas populares, declarada en 1982, por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
De las deliberaciones en el ámbito estadual, por medio de su “Carta de Pernambuco” fue que los Independientes llegaron a los siguientes tópicos de definición en el I Encuentro Nacional de Escritores Independientes, que reunió, al decir de la poetisa Fátima Ferreira, desde poetas populares, vanguardistas y anarquistas, hasta los más tradicionales de los autores:
- A) Independencia ante la sociedad opresiva y sus valores pre establecidos.
- B) Independencia ante el gobierno, órganos estatales y empresas editoras, no aceptando interferencias al respecto de los contenidos y de la forma de sus creaciones teóricas o literarias.
- C) Independencia ante presiones venidas de los medios intelectuales o políticos en el sentido de imponer, padronizar o restringir temas y formas (Libre expresión de los momentos del escritor, que solamente a su sensibilidad cabe determinar)
- D) Independencia de cada escritor en sus posicionamientos filosóficos, teóricos y políticos-ideológicos; en las opciones por corrientes y movimientos literarios; en lo que sea respecto a publicación, divulgación y distribución de sus libros.
- E) Independencia ante los modelos culturales alienígenos a la cultura brasileña.
Como se puede percibir los Independientes no definieron en su “carta de principios” ningún nuevo canon de motivación estética, la verdad que la ausencia de una imposición es lo que caracterizaba la producción del movimiento.
El especto anárquico se consolida en las posiciones político-filosóficas y principalmente estéticas, es casi una anticipación de los que más tarde nos diría R. Reis sobre este elemento norteador presente en casi todas las literaturas, delimitando la validad de la producción artística, en nombre de un aparato de estado, porque en este caso “el discurso de la alta cultura tiene, la mayoría de las veces, posicionamiento al servicio del poder del Estado”, emitiendo y conservando la relación entre calidad del texto artístico y la ideología de elites intelectuales. Por esto “La carta de principios” del Movimiento es larga y extensa, pero asume, principalmente, un carácter ideológico libertario del arte en relación a la crítica.
- José Eduardo Martins de Barros Melo nació en Recife en 1962. Poeta y ensayista, profesor de literatura da UFRO – Universidad Federal de Rondônia. Mestre en Teoría da Literatura pela UNESP – Universidad Estadual de São Paulo. Fue uno de los coordinadores del Movimiento de Escritores Independientes de Pernambuco (MEIPE), haciendo parte junto con Francisco Espinhara, Fátima Ferreira, Héctor Pellizzi, Cida Pedrosa e Raimundo de Moraes del grupo inicial que lo articuló y son reconocidos como aglutinadores del Movimiento.