1935

El nuevo año se inició en forma intensa. El martes 2 de enero de 1935, el radicalismo levantó su abstención electoral iniciada el 27 de octubre de 1931. A cambio del regreso al país de Marcelo T de Alvear, la Unión Cívica Radical legítimó al gobierno fraudulento. Ese mismo día, un drama cuartelero revolucionó Santiago del estero y conmocionó al país. En el regimiento 18 de infantería, el cabo Luis Paz últimó de cinco balazos a un superior que lo había confinado sin justificativo a días de su boda. Paz fue condenado a muerte. El país pidió clemencia. Las mujeres santiagueñas imploraron de piedad de rodillas, pero no hubo indulto presidencial. A las 14:50 del martes 9 de enero, Paz fue fusilado por sus compañeros, quienes apenas pudieron sostener sus armas.

En aquel enero de 1935 los ojos futboleros se posaron sobre Lima, sede del campeonato sudamericano. La gerencia de la AFA cometió un error bochornoso al reservar un alojamiento equivocado para la delegación. El fútbol argentino había enviado a sus crack a una pocilga inhumana. Los jugadores se declararon en inmediata huelga. Peligraba la participación argentina. Con la capacidad hotelera de Lima colmada, la selección terminó en el Plaza Hotel, una pensión que no cubría las exigencias mínimas. Desde el Lima, Hugo Marini escribió: como no pasen todo el día en una cancha de fútbol o vayan a una playa a ventilarse, van a jugar con esos hongos que se crían junto a las piedras. Los jugadores vivieron un calvario de pésimo alojamiento y peor comida. Fernando Bello recordó aquella estadía peruana: el optimista que le puso plaza hotel merece que lo ahorquen. La comida era de cuarta. Mañana, tarde y noche Nos teníamos que conformar con un huevo frito y un bife. Una prueba del mal comer. En la final Argentina cayó tres a cero ante Uruguay.

Carlos Aira