La tarde era placentera, el sol brillaba sobre la Capital Federal. En una sala muy iluminada con grandes ventanales frente a la plaza 1°de Mayo y en presencia de Agustín Tinelli, LA VOZ DE LOS BARRIOS conversó con el presidente del Partido Laborista a nivel nacional, Enrique Basualdo.
Enrique Basualdo.
El eterno militante peronista sirvió un café colombiano, se sentó a la mesa en su cabecera y dijo:
- Héctor Pellizzi te voy a contar el nacimiento desde mi conocimiento del movimiento social peronista:
Sobre todas las cosas yo soy peronista. Nací en 1930, tengo 94 años. Circunstancias me han hecho Laborista. Nunca me afilié al PJ. Fui dirigente con honor y con votos de una Unida Básica que pertenecía a la circunscripción Cuarta que comprendía, Villa Luro, Villa Real, Liniers y Floresta. Lorenzo, el interventor del Partido Peronista, había convocado a elecciones a todas las UB del Distrito Federal y después vinieron las primeras elecciones internas de Capital Federal. La lista amarilla (cómo íbamos a saber que ese color después lo elegiría Macri) ganó con 48 mil votos contra la azul representada por los que se decían gremialistas que obtuvo 18 mil votos.
Con Perón me unía una amistad, más que un líder político era mi amigo político con el cual coincidía plenamente.
14 de diciembre de 1945 primera concentración del Partido Laborista
El laborismo fue creado a instancia de que Perón precisaba de un Partido para presentarse a elecciones. Cuando el entonces Coronel ocupaba la Secretaría de Trabajo, nombró en lo que hoy seria Derechos Humanos a unos chicos en la subsecretaría de Trabajo, en La Plata, para comenzar a trabajar en lo social e impulsar el movimiento que tenía en mente.
La primera gran entidad que se acercó al Coronel fue la Unión Ferroviaria con más de 150 mil afiliados en todo el país, a la cual Perón desde la Secretaría les había aprobado un programa de 10 puntos presentado por Luis Monzalvo y Sotto. Los dirigentes ferroviarios se hicieron automáticamente peronistas siguiendo el clamor de sus bases, recordemos que estaban muy disgustados con un interventor antes de la llegada de Mercante. Los ferroviarios realizaron un multitudinario acto en agradecimiento a la firma de convenios y a la construcción de un hospital ferroviario, que durante el gobierno peronista pasarían a construirse más de 40 hospitales.
Otros gremios importantes dieron el apoyo a la creación del Partido Laborista, como Luz y Fuerza, el gremio de la carne, bancarios, Varietés (espectáculos públicos), cerveceros, municipales, etc.
Además el presidente del partido radical de la Provincia de Bs As, le ofreció a Perón la UCR de la Provincia, que por supuesto la conducción nacional anti militar y anti católica tiró por la borda ese ofrecimiento. Ahí la UCR se divide, como también se dividió el socialismo. El 80% de los socialistas se hicieron peronistas pero en la UCR la gran mayoría emigró a la Unión Democrática, así que el error del radicalismo no es desde hoy.
17 de octubre e 1945 ante sala de la creación del Partido Laborista
Lo cierto es que Monzalvo le dijo a Perón que no iban a necesitar de partidos tradicionales y la Unión Ferroviaria se encargó de inscribir y legalizar el Partido a nivel nacional, a pesar de exiguo tiempo que había con relación a las elecciones de Febrero del 1946. Hubo muchos nombres en danza, pero al final se decidió por la denominación: “Partido Laborista”, moción del cordobés Monzalvo.
Una vez constituida la mesa directiva se reunieron con Perón quien pregunto su conformación:
- Gay, el telefónico es el presidente, Coronel…
- Y ustedes…
- Monzalvo es el Secretario General y Cipriano Reyes el vicepresidente…
- Cipriano Reyes… Cipriano Reyes… Repitió Perón y no dijo más nada.
Enseguida pidió para leer la carta orgánica para luego darle una orientación definitiva.
-Ustedes, dijo, tienen toda la libertad de elegir el cuerpo legislativo que me va a controlar y yo me voy a tomar la atribución de elegir al vicepresidente que me acompañe en la fórmula.
Finalmente el 24 de febrero de 1946 la dupla Perón – Quijano gana las elecciones con el 56% de los votos, de los cuales el 80% los aporta el Partido laborista y el resto pertenecían a la Junta Renovadora Radical y al Partido Independiente, un desprendimiento de los conservadores.
Inmediatamente después del triunfo, Perón, recibió a los 29 miembros del Partido Laborista en San Vicente, yo acompañaba al compañero Monzalvo con algunos familiares. Un funcionario abre la tranquera y solicitó la lista de los invitados y pide que aguarden un momento que Perón estaba regresando de una cabalgata con Evita.
Más tarde el mismo funcionario, que después sería el Intendente de la Casa Presidencial, le comunicó a Monzalvo que Perón no admitía la presencia de Cipriano Reyes porque ya había hecho una separación en la seccional bonaerense.
Efectivamente, había puesto uno o dos diputados más en la lista y bajo la conducción de Cipriano se inició un apoyo crítico al gobierno sin admitir la forma verticalista de conducción. Un año después, en 1947, se fusionan los tres partidos que dieron apoyo a la fórmula ganadora y se crea el “Partido Único de la Revolución Nacional”.
Cipriano Reyes, que en mi opinión, era un tipo muy honesto, pero muy duro no aceptó la disolución de PL.
En la primera reunión oficial de Perón con los laboristas, éstos, le sugirieron la incorporación de algunos nombres al ministerio y el reciente presidente les manifestó:
- Disculpen, al gabinete lo elijo yo. Por supuesto que voy admitir dirigentes sindicales, pero le pido a mi Partido que sean el ordenamiento y el control del presidente para sacar las leyes previstas en beneficio de los trabajadores.
Tapa del diario «El Laborista» tras la muerte de Eva Perón
¿Cómo se todo esto? Provengo de una familia que trabajaba en el ferrocarril Oeste, con 15 años escribía el libro de actas de Monzalvo… Mercante que era mi amigo me presentó a Perón, y Evita me llamaba Enrique, después Quique y por último “vení para acá” (risas)
Primera Parte del reportaje a Enrique Basualdo, líder de los Laboristas.