No alimente a los habitantes… (?)

¡Salve! Padre Júlio Lancellotti.

Llegaron las aguas y se llevaron la casa.
Vino el hambre y el niño se fue de casa.
Llegó la violencia y la mujer huyó de casa.
Llegó la demencia y más una persona olvidó la casa.
Llegaron los vicios y alguien abandonó la casa.
Vino la inmobiliaria y todos perdieron sus casas.
Llegaron los gobernantes y destruyeron las casas.

Llegó la estupidez sin darse cuenta que la casa no tenía paredes.

¡Ah, Vinícius de Moraes! ¿Por qué no te escucharon decir:
«Que la casa de un hombre es un templo»?

¡Ah, Zé Geraldo! ¡Cuántos ciudadanos te escucharon cantar:
«Fue un tiempo de aflicción»!

¡Ah! ¡Padre Zezinho! La Cantiga para un ateo lo dice bien:
– A veces mucha gente no cree en lo que cree.

¿Cómo puedo? ¡Padre Júlio Lancellotti! Yo, agnóstico,
sentir tan fuertemente estas palabras:
«Yo tuve hambre y me dieron de comer;
tuve sed y me dieron de beber…».

Autor: Ubiratam Ferreira
26/12/2025.

En el octavo verso, la gramática ha sido violada, a propósito, por licencia poética.

Traducción del portugués al castellano: Héctor Pellizzi

Ubiratam Ferreira

Não alimente os moradores…(?)

Salve! Pe. Júlio Lancellotti.

Vieram as águas e levaram a casa / Veio a fome e a criança saiu de casa / Vieram as violências e a mulher fugiu de casa / Veio a demência e mais uma pessoa esqueceu a casa / Vieram os vícios e alguém abandou a casa / Veio a imobiliária e todos perderam as casas / Vieram os governantes e tiraram as casas / Veio a estupidez sem perceber não ter paredes a casa / Ah! Vinícius de Moraes! Por que não te ouviram dizer: / – Que a casa de um homem é um templo. / Ah! Zé Geraldo! Quantos cidadãos te ouviram cantar: / – Foi um tempo de aflição. / Ah! Pe. Zezinho! A Cantiga para um ateu diz bem: / – Às vezes muita gente não crê no que acredita. / Como posso? Pe. Júlio Lancellotti! Eu agnóstico / Sentir tão forte estas palavras: / «Pois eu tive fome, e vocês me deram de comer; / Tive sede, e me deram de beber…”

Autor: Ubiratam Ferreira