A dónde van los guerreros

Cultura

EN UNA TARDE DE ENERO
A Juan Gelman

Es la tierra de Nepantla
con todos los atardeceres
que caen del puente
sobre las torrenteras volcánicas
de Sor Juana.

Tierra que te recibe con el pecho abierto,
y tú cantas y recitas poesía
con el recuerdo de Pan Duro
y Bajo la lluvia ajena.

El norte extiende sus raíces
dentro de las soledades del sur
donde los dictadores de turno
plantaron los cuerpos
de Nora, Marcelo y María.

Vas a encontrarte con ellos
y disparas salvas de ceibo
que dan en el blanco del humanismo.
Tus mejores trazadores
son Paco, Rodolfo y Haroldo.

Dejas en el camino una estela
para Mara y Macarena,
pilares que sostuvieron
tu último peregrinar en la vida.

En una tarde de enero te marchas
por los derroteros ignotos de la tierra,
mas se queda tu esencia de hombre,
sabiduría en la palabra desgranada.

Poeta de América,
de ese árbol que reparte al mundo
los mejores frutos que ha dado
para fortalecer a la humanidad.

Tu poesía comprometida
del pueblo y para el pueblo
tiene la dureza de un quebracho,
el fuego de los flamboyanes
y la dulzura de los jazmines.

La fuerza del viento sur
que como un rayo penetra
el dolor y la alegría del hombre común,
te acompañará siempre.

LA ROSA DEL DESIERTO

Te vi en un rincón
triste y desalineada,
se encendió la mañana
y despertaste cautivante

Tu tronco retorcido
como una serpiente
ha creado en mí
un sueño de final de invierno

En una maceta pequeña
albergué tu destino,
heroina del arte
de árbol en miniatura

Para tus raíces flotantes
una piedra de agua
y para tus hojas
mi profunda mirada

A la primavera
le crecen alas transparentes
y todo en ti es escultura
de la raíz al follaje

Agua y aire
para tu arquitectura,
ésa que muda
de la sombra a la claridad

Hoy nace tu primera flor
color rosa mexicano
y sublima tu nombre,
divina rosa del desierto.


Miguel Ángel Solé, militante revolucionario -Artista plástica: Romina Paesani

A DÓNDE VAN LOS GUERREROS
​ A Miguel Solé

Hay hombres que luchan un día y son buenos.
​ Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida, ésos son los imprescindibles.
​ Bertolt Brecht

Pardea la tarde,
se viene la noche en la patria
y vos querés cambiarla
por el blanco de palomas.

En medio de la tormenta
perdemos tu rastro.
Por la libertad que no se regala,
siempre hay un lugar
para morir en esta tierra.

Tu sangre riega las semillas
que echan raíces,
y crecen alamedas de lucha
para tornar el negro del cielo
en blanco de magnolias.

Andará tu corazón
en el pecho de un obrero,
un estudiante, un niño
o una mujer pariendo.
Tal vez en un alegre ruiseñor,
o prisionero en un rosal.

O será que “los guerreros
vuelven de la muerte
convertidos en mariposas”.

Del libro Ausencias
Autor: Mario Méndez
Publicación digital
Ed. Tilde, 2021

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