Juan Carlos “El Tero” Ghioni nació en el paraje rural Leandro N. Alem —una zona de campo— y pasó sus primeros años allí, hasta que la familia se radicó en Junín, donde completó sus estudios primarios en la Escuela Nº 9.

En la Casa Popular Dante Balestro con Ruben Aguilera

Su infancia en el mundo rural dejó una huella profunda: esos paisajes de llanura, esa vida simple, serían más tarde parte de su identidad artística y poética.

Trayectoria artística: guitarra, canto folklórico y lunfardo

Aunque en un momento formó parte —brevemente— de un grupo local llamado Los Nocheros, Ghioni siempre prefirió moverse como solista, guitarrero y cantor con su propia voz.

Su repertorio estuvo fuertemente ligado a la música pampeana, milongas, zambas y melodías que rescatan la tradición campesina. En sus palabras: la música criolla lo “representaba totalmente”, porque contaba historias de lo que él mismo vivió.

Poeta Rodolfo Álvarez conductor de «Solo x Hoy (Radio Mestiza 101.7)

Para Ghioni, el acento estaba en la letra —en la palabra, en la emoción— más que en el virtuosismo. Eso lo acercaba a una tradición reflexiva, íntima, de raíz popular.

Poeta, escritor lunfardesco y periodista

Un bar, una mesa y dos poetas

Además de su faceta musical, Ghioni fue poeta. Su obra escrita incluye libros de poemas, muchos con influencias del lunfardo y una impronta crítica y existencial. Entre sus títulos se destacan:

• “Corazón de fulería” (sonetos lunfardescos, 1991)
• “Territorial” (poemas, 1996) “Luna madre” (2001)
• “A mí me fajó Rivero” (poemas lunfardescos, 2007)
• “De hijos y canciones” (poemas, 2009)
• «20 asuntos de amor para el amor de una mujer» (2010)
• «Simples rimas de alpargatas» (2015)
• En 2019 la editorial Rama Negra publicó un libro titulado Obra póstuma, una selección de material inédito de Ghioni recopilada tras su muerte.

• También incursionó en el periodismo: en los años 70 fue parte del equipo del desaparecido diario Mundo Nuevo, de Junín —un espacio breve pero significativo por su clara apuesta a un periodismo diferente. Allí, entre otras cosas, escribió sobre automovilismo, combinando pasión y agudeza analítica.

Su lugar en la cultura juninense

Para Junín, Ghioni fue mucho más que un cantor o un poeta: fue un «referente de coherencia», una voz crítica, un puente entre tradición y modernidad.

Su escenario querido fue el Teatro La Ranchería, en Junín —lugar al que siempre volvía con cariño, donde se sentía “en casa”.
Quienes lo recuerdan destacan no solo su talento, sino su honestidad artística: evitaba los caminos fáciles, defendía la autenticidad, se mantenía fiel a su forma de ver la música, la poesía y la vida.

Su partida y legado

El 20 de junio de 2016, a los 68 años, Juan Carlos “El Tero” Ghioni falleció de un paro cardíaco. Su muerte sorprendió a muchos: lo “tomó trabajando”, con su guitarra, su mate y un lápiz a la mano.

Desde entonces, su recuerdo se mantiene vivo: a través de sus canciones, sus poemas, sus grabaciones y los relatos de quienes lo conocieron. Cada aniversario de su ausencia revive su obra, su figura y su impronta en la cultura popular y folclórica de Junín.

Investigación periodística: Héctor Pellizzi. Fuentes: Diario Democracia,  La Voz de los Barrios y Semanario de Junín