El militante de los Derechos Humanos Fernando Albareda contó que encontró a su madre Susana Beatriz Montoya (76) asesinada en el patio de su casa, alertó que había recibido amenazas de muerte en diciembre y sostuvo que el móvil del crimen puede estar vinculada al cobro de un resarcimiento por la desaparición en la dictadura militar de su padre Ricardo Fermín Albareda.

El hecho se produce pocos días después que diputados nacionales visitaron a torturadores y asesinos con la intención de forzar un indulto. El presidente de la Cámara, Martín Menem, la vice presiente Villaroel y el presdidente del país, se supone, que estaban al tanto de la vista a los represores condendos por delitos de lesa humanidad. El clima de impunidad explícito alimenta estos hechos aberrantes generando un clima de inseguridad muy parecido a la dicatdura de Videla, genocida, que es bueno recordar era tambien visitado por Villaroel.