Hay en Azara una búsqueda de identidad. Desde las primeras líneas la novela ganadora del concurso organizado por el Gran Pez (@elgranpezlibros), se mueve entre el thriller, el erotismo y la carga de volver a una comunidad chica de la que la protagonista intentó escapar, aunque los hilos invisibles que la atan a ella son tan poderosos que la atraen.
Gabo Forte recomienda «Azara»
Como un pez mordiendo el anzuelo dejado por el pescador, reposando en el agua cálida y mansa, la protagonista vuelve. La carnada es Marina.
Lucía vuelve para acompañar a Marina, que busca a su madre biológica, y se genera un juego de espejos, en el que las dos se hunden en ese pasado de tierra roja, calor abrumador y familiaridades. Hay un misterio a resolver, el de esa madre que entregó a esa hija en una clínica en la que se comercializaba con recién nacidos. Una clínica emparentada, por sangre, con Lucía. Y en ese contexto detectivesco, el deseo sexual escapando por los poros.
A Lucía la espera una abuela omnipresente, un hermano que rompió el mandato familiar y los fantasmas de su padre y su abuelo. Fantasmas de una familia de colonos en Azara, de originarios fundadores en esa tierra que ya tenía dueños. Y Azara, ese poblado de inmigrantes rubios.
Azara, la novela de @unairiartese lee con las ganas de llegar a ese final, que cuando se acerca, nos deja con las ganas de estirarlo un poco más, para qué, en definitiva, no se termine nunca su lectura.
Gran Pez Editor, sello independiente de Mar del Plata, acaba de lanzar “Azara”, ópera prima de Ana Iriarte, chaqueña nacida en 1990.