A un periodista
Juan Ramón Molina
Que una tizona en tus valientes manos,
la noble pluma con que escribes sea,
para entrar indignado a la pelea,
a herir traidores y a matar tiranos.
Haz que muerdan el polvo los villanos;
áulicos y serviles pisotea,
infunde a aquel que tus escritos lea
fuerza de acción y alientos soberanos.
Que tu rotunda y magistral palabra
tocando cráneos en la plebe estoica
agujeros de luz en ellos abra;
y de allí surja hermosa y fulgurante
la Libertad, como Minerva heroica
de la cerviz de Júpiter Tonante
Como aquella otra
Evaristo Carriego
Sí, vecina: te puedes dar la mano,
esa mano que un día fuera hermosa,
con aquella otra eterna silenciosa
que se cansara de aguardar en vano.
Tú también, como ella, acaso fuiste
la bondadosa amante, la primera,
de un estudiante pobre, aquel que era
un poco chacotón y un poco triste.
O no faltó el muchacho periodista
que allá en tus buenos tiempos de modista
en ocios melancólicos te amó
y que una fría noche ya lejana,
te dijo, como siempre: «Hasta mañana»…
Pero que no volvió.
Señor periodista
Rafa1
tus artículos se instalaron
en los corazones de mucha gente,
esparciendo en todo el ambiente,
una llama permanente.
Señor periodista,
la proliferación del imperio corrupto,
y las señales de la injusticia constante,
constituyen verdaderos insultos,
que no merecen ningún tipo de indulto
Señor periodista,
las noticias siempre llegan
al hogar y diversas instituciones,
superando toda traba en la difusión.,
dejando en el tintero las presiones.
Señor periodista,
tuviste valentía en la dictadura,
acompañando el clamor del pueblo silenciado,
combatiendo de frente a la segura censura.
Señor periodista,
con tu voz, pluma y habilidad,
has encendido los rincones de la incertidumbre,
con una visión diaria de la realidad,
y aspirando alcanzar sin cansancio,
la luz de la verdad.