UN 20 DE JUNIO EL TERO SE FUE DE GIRA
LOS VERSOS DEL TERO GHIONI
Lo trasladamos rápidamente al hospital en una chatita que pasaba por azar. «Ataque fulminante» dijo el médico de guardia. Lo llevaron por un pasillo a la morgue y lo colocaron arriba de una mesa larga de mármol. Su cara estaba prolijamente afeitada y los bigotes negros le quedaban al tono sobre su piel morena. Ni parecía muerto. Con sus manos sobre el pecho daba la impresión de dormir un sueño calmo a juzgar por la expresión del rostro.
Cuando llegaron los de la Cochería los funcionarios del hospital lo acomodaron con respeto en el cajón y al intentar cerrarlo, la punta de los zapatos no dejaba que la tapa lo pudiera cubrir. Hicieron fuerza, probaron una y otra vez pero no hubo caso. Alguien, entonces, le sacó los zapatos y los colocó en un rincón donde se quedaron quietos de punta a la puerta, mirando a su dueño salir rumbo a la calle.
Como luz. Como un rayo apareció en mi mente “Corazón de Fulería”, que por mucho tiempo fuera mi libro de cabecera y en esa mañana de domingo se me hicieron nítidos los versos del “Tero” Ghioni:
“No digo que esté mal que junten mangos / que se rebusquen el buyón al horno; / pero atenti que todos vamo’ al horno / y un Domingo nos sobran los tamangos”.
Por Héctor Pellizzi
Del Libro “Crónicas Desde un País Tropical”
1999
El tero con Ruben Aguilera
Foto Héctor Pellizzi
Con la escritora Miriam Luterotti