No es que el gobierno de Bolsonaro no tomase medidas por negligencia, sino que tuvo una participación directa en lo ocurrido.
Los registros fotográficos de niños y ancianos Yanomami con sus huesos protuberantes volvieron a poner el foco en Brasil y la gestión de sus poblaciones indígenas. Aunque imágenes de personas vulnerables con un alto nivel de desnutrición deben horrorizarnos siempre, la situación no debería sorprender a nadie.
Mineros depredando el amazonas
La crisis que rodea a los Yanomami, habitantes del estado amazónico de Roraima en la frontera con Venezuela, es la definición de una tragedia anunciada. El hambre y la falta de cuidados médicos, que ha resultado en la muerte de casi 600 niños en los últimos cuatro años, desafortunadamente ilustra las preocupaciones, juzgadas por muchos como exageradas, de las consecuencias de votar en alguien como el expresidente Jair Bolsonaro.
Habitantes de la reserva indígena más grande del país, los Yanomami observaron la degradación de su tierra durante el gobierno Bolsonaro, entre 2019 y 2022. Durante su campaña en 2018, el expresidente prometió ampliar la minería en la Amazonía, que considera abarcar “mucha tierra para poco indio”.
Y lo cumplió. En la última década, el garimpo (minería ilegal) en tierras indígenas aumentó un 632%. La invasión de mineros en la reserva Yanomami fue el principal factor que llevó al colapso de las formas de subsistencia de la población indígena local, llevando a la situación de hambre extrema que ha salido a la luz ahora.
Lula viajó de forma urgente al territorio yanomami y movilizó toda la estructura sanitaria para evitar más muertes
El gobierno brasileño implementó políticas que llevaron a la muerte en masa de miembros de una comunidad vulnerable. Esta es la definición de genocidio
Lula furioso contra el ataque salvaje a los pueblos originarios del Amazonas
Así lo ve Lula: “Además de la negligencia y el abandono del gobierno anterior, la principal causa del genocidio es la invasión de 20.000 mineros desforestando y arrojando mercurio en los ríos para descubrir oro, envenenando la flora y la fauna. La presencia de los garimperos fue fomentada por el anterior presidente”,