Javier Milei y la reconstrucción del Partido Militar

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Javier Milei y la reconstrucción del Partido Militar

Durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) en Argentina se cometieron violaciones masivas a los derechos humanos contra la población civil: detenciones arbitrarias, ejecuciones, exilios forzosos, torturas, violaciones y abusos sexuales, apropiación de bebés, robo de bienes; racismo explícito y ataques a las libertades civiles, políticas y religiosas.

El discurso del candidato a presidente de la Libertad Avanza, Javier Milei, pasó del negacionismo y de relativizar lo que ocurrió durante la última dictadura cívico-militar, a repetir casi de manera calcada discursos y argumentos usados por dictadores como Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. Ellos hablaron de «guerra» y de «excesos» para intentar justificar el genocidio ocurrido tras el último golpe de Estado. Milei los siguió: “Durante los 70 hubo una guerra en la que las fuerzas del Estado cometieron excesos” Dijo también  que “no fueron 30 mil los desaparecidos” sino «8753», una vieja cifra de la Conadep, expresamente señalada como provisoria por sus integrantes, y que, además, fue superada hace años.

El hecho de llevar como candidata a vice presidenta a Victoria Villarruel, hija de represores que reivindica la dictadura haciendo apología al delito y la violencia, está la clave de su inminente intención de reconstruir el Partido Militar y sustituir en un posible gobierno la “casta asquerosa de políticos” por militares en todo los estamentos de la estructura gubernamental.

Para eso tiene el ejemplo de Jair Bolsonaro en Brasil cuyo vicepresidente fue el General Hamilton Mourão. Un tercio de su gabinete fue de origen militar. Más de 100 cargos de segundo y tercer nivel jerárquico pertenecieron a alguna de las fuerzas militares. Nueve ministros fueron de origen militar, entre ellos, se destacaron los estratégicos ministros de Gobierno, Seguridad Institucional, Secretaría General de la Presidencia, Infraestructura, Defensa, Minas y Energía y Ciencia y Tecnología. Existió una extendida presencia militar en Educación, Medio Ambiente, en el Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos. En plena pandemia un militar ocupó el ministerio de salud, el  general Eduardo Pazuello, un especialista en logística y no en medicina.

La estrategia de Milei es deshacerse de los políticos profesionales (la casta) que ocupan cargo en el Estado a más de 30 años y reemplazarlos por militares de las tres fuerzas armadas y  así reconstruir el Partido Militar.

Policía Federal, Gendarmería y otras policías ya están alineadas ideológicamente con la extrema derecha, algo que la democracia no pudo cambiar en 40 años y el sistema penitenciario se halla intacto desde 1976.

Evidentemente están dadas la condiciones que ante los conflictos sociales que seguramente van a surgir cuando intente ejecutar sus delirantes ideas, decrete un “Estado de excepción” porque le sobrará respaldo castrense para hacerlo.

Olvídense aquello que piensan,  que, si es presidente, fatalmente va a tener que recurrir a la “casta”  porque no tiene cuadros ni estructura. Ni lo sueñen, Milei reconstruirá el Partido Militar y más tarde o más temprano someterá a un pueblo colonizado que perdió su identidad.

Quedará el consuelo de pequeños focos de resistencia cultural.

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