Una vez dijiste que Catulo escribe siempre el mismo poema y mira / el universo que alumbra / el umbral de su casa
. Desde siempre, la poesía tuya está repleta de preguntas, muchas preguntas, desde En abierta oscuridad hasta País que fue será.
Te la has pasado preguntando, Juan, y ahora, por preguntador tal vez, te han dado el Premio Cervantes, el Premio Juan Cervantes a vos, Miguel de Gelman, y el apellido que sigue es el de un barrio de Buenos Aires que conocés como si fuera la Condesa: Saavedra.
Juan, nos pusimos todos contentos y nos llamamos por teléfono y hasta me escribió desde Madrid un viejo amigo nuestro, Jorge Dauder, para preguntarme si tal vez te acordabas de cuando te presentó a Henri Curiel en París, otro que andaba haciendo preguntas por el mundo.
Juan, un rey te va a dar el Premio Cervantes, el rey Juan Carlos, y todo va a estar regio, no te andes preguntando por el protocolo y esas cosas, todo va a estar bien como tú digas, Juan Cervantes.
Pero yo quisiera saber ahora, Juan, si tú preguntador, como en los poemas de Catulo, las preguntas que escribes son siempre la misma:
¿La búsqueda de la verdad siempre es tristeza?
¿Adónde fue la rosa que cantaba en mi tarea?
¿Quién canta ahora mismito en un recuerdo sitiado?
¿Dónde quedaba ese país que busqué a ciegas en una canción humana?
Y sobre todo, Juan: ¿Adónde se fue el cóncavo bar, los vasos soñadores, las llamadas por teléfono al futuro ocupado?
Ahora te irás, preguntador, a recibir un premio que es como si un pedacito nos tocará a cada uno del montón de nosotros que no sabemos contestar ni sola una pregunta. Pero mirá, Juan, cuando estés allá, yo quisiera que en el momento menos pensado le hicieras a quien corresponda tu pregunta más amarga, como el tango con el que Margo regresó a la ciudad:
¿Quién paga los derechos del velero que escribe adiós en la tarde que no puede volver?
Si te contesta, bien. Y si no, cuando regreses nos juntamos todos, no a encontrar respuestas, sino a imaginar nuevas preguntas para el próximo viaje.
Fragmento de Estrella y Espiral