Ainao Suárez, es un purrete que nació en el potreo de General Paz y Sanabria en el F.O.N.A.V.I, a los 9 años tuvo un problema severo de cadera que lo llevó a la silla de ruedas y todo el barrio lo vio jugando sobre la silla, que con una pierna gambetaba a sus rivales.

Ainao, que en idioma originario quiere decir “tigre manso” es un pibe que pertenece al imaginario territorio del fútbol argentino. El potrero y el “cara sucia” tienen identidad propia que generan amistad, valores, la idea de equipo y sueños…

Después de una delicada cirugía en el Hospital Posadas (hoy desfinanciado por el gobierno nacional) Ainao, volvió al potrero ya con dos piernas por gambeta y se incorporó a las categorías infantiles del club Rivadavia de Junín.

Esta semana, en un torneo de Futsal, organizado por la Liga de Junín y realizado en el campo deportivo de la UNNOBA, Ainao vistiendo la casaca albiceleste de su club, con 13 años, brilló convirtiendo 4 de los seis goles de su equipo. Fue elegido el jugador del partido. El potrero lo empujó a su gloria.