El 14 de septiembre se cumplieron 101 años de la épica pelea realizada en Nueva York entre el juninense Luís Ángel Firpo y el norteamericano William Harrison » Jack » Dempsey, oriundo de Manassa, Colorado. En tres minutos y 57 segundos que estuvieron arriba del ring hubo 9 caídas. Firpo beso la lona  7 veces y Dempsey en dos oportunidades, en una de ellas recibió una feroz trompada que lo arrojó fuera del cuadrilátero entre 17 y 20 segundos, los periodista situados a la vera del ring lo devolvieron ante la pasividad del árbitro que dio continuidad a la contienda dándole tiempo a Dempsey a recuperarse y concluir la pelea por knock out con dos contundentes zurdazos sobre la mandíbula de Firpo.

La derrota asumida por la mayoría de la población argentina como un auténtico robo será recordada para siempre como el Día del Boxeador Argentino, según una disposición de la Federación Argentina de Boxeo.

Firpo Nació el 11 de octubre de 1894 en Junín (provincia de Buenos Aires). De joven peleó cuerpo a cuerpo contra la miseria. Fue cadete en una farmacia, albañil en la construcción del Palacio de Correos, y cobrador de una fábrica de ladrillos. En 1916 se metió a aprender boxeo en el Club Internacional que funcionaba en la esquina de Libertad y Sarmiento en Buenos Aires.

Nada hubiera sido igual si Firpo no se hubiera subido a un buque de carga en 1922 para tratar de llegar a una pelea por el título mundial de la máxima categoría. Lo hizo por las suyas, a su manera. Sin estilo ni ciencia, a pura potencia y guapeza.

Entre 1922 y 1923 noqueó a cuatro de sus primeros cinco rivales, fueron 11 triunfos antes del límite en 13 peleas. Ya era el “Toro salvaje de la pampas” cuando el 14 de septiembre de 1923 Jack Dempsey le dio la oportunidad por el campeonato del mundo, ante 85 mil espectadores en el Polo Grounds de Nueva York.

La llamada “Pelea del Siglo” duró tres minutos y 57 segundos y todos los argentinos alguna vez hemos visto. Aún hoy está considerada una de las tres más vibrantes de toda la historia del boxeo mundial: Firpo había caído 7 veces antes de dar un terrible mandoble de derecha, que lanzó a Dempsey fuera del ring en el épico primer round. Lo hicieron reaccionar para que volviera al ring, volvió 17 segundos después de la caída, pero el árbitro Jack Gallagher no realizó la cuenta de diez, por eso Firpo no fue el primer campeón mundial del boxeo argentino.

Buenos Aires no durmió aquella noche. Tampoco los pueblos y barrios circundantes. Julio Cortázar, en su libro La Vuelta al Día en 80 mundos, recordaba a toda su familia reunida en su casa de Banfield en torno de la radio.

La derrota no manchó su nombre y su honor de bravo peleador, más bien todo lo contrario. Le dieron una bienvenida de héroe deportivo y se transformó en una celebridad nacional. Mucho más cuando se supo que había peleado con una fractura en el húmero del brazo izquierdo. En muestra de reconocimiento por su actuación, el intendente de la ciudad de Buenos Aires, Carlos Martín Noel, derogó el 3 de febrero de 1924 la ordenanza que llevaba 32 años prohibiendo el boxeo y rehabilitó su práctica.

El lunes 3 de julio de 2023 en la Casa del Boxeador, en calle Mitre 2020 de CABA, Luis Ángel Firpo fue recordado en una ceremonia especial, en la cual estuvieron presente el presidente de la Casa del Boxeador, Marcos Arienti, la sobrina nieta de Firpo, Chiche Pérez Barbieri, Carlos Irusta, periodista de las revistas el Gráfico y Ring Side, el directivo de la casa del Boxeador, Raúl Landini, Luís Dolfi, presidente de la FAB y el periodista de la Voz de los Barrios, Héctor Pellizzi, único juninense a presenciar  la entrega de la importante estatuilla que el presidente del Salón de la Fama Latino, Ennio Fererira, en nombre de la entidad, le entregó a Chiche, sobrina nieta de Firpo.

En Junín, la Secertaría de Deportes, tiene abandonada la memoria del gran boxeador nacido en la Ciudad. En Firpo y Benito de Miguel hay un monolito derruído que alguna vez tuvo una placa. La desidia del gobierno libertario con sus ídolos es una marca registrada de la abominación a todo lo popular.