El gobierno del Mercado (libre) Por Juan Ignacio Campos
Vivir en la Ciudad de Buenos Aires significa ser cada vez más cliente y menos ciudadano.
Ahora el cobro del estacionamiento medido de autos y el uso de bicicletas lo gestionará
Mercadolibre, y el gobierno le pagará casi 93 millones de pesos por esto.
Esta no es ninguna novedad. El dogma de la eficiencia de la empresa privada está tallado en piedra en Buenos Aires.
Ejemplos tenemos de sobra, quizás el más famoso, es el caso
de la Costanera, en donde se resignan espacios públicos y acceso al río para construir
torres que serán adquiridas por un selecto número de empresas y personas. Pero así
como ese caso hay cientos, comenzando por los frecuentes cambios de baldosas, el
arbolado, los peajes, el subte, el impuesto creado en plena pandemia a las tarjetas de
crédito, la propaganda, la educación -cada vez menos- pública y más mercantil.
En cada actividad nos encontramos con un negocio. Donde hay una necesidad, nace un negocio.
Pero volvamos al negocio del estacionamiento medido. En el año 2006, el por entonces
jefe de gobierno Telerman presenta a la legislatura y sanciona la ley 2.148 donde
establece el estacionamiento regulado público en donde “los sectores tarifados debe
aplicarse sólo en arterias principales de las áreas céntricas”.
Con esa premisa funcionó, y en pocos años las zonas céntricas comenzaron a llenarse de parquímetros y comercios que vendían las fichas para estacionar.
En el 2011, con Macri como jefe de gobierno, se modifica este artículo y se permite concesionar a privados el “Sistema de
estacionamiento regulado”. Sólo dos años después, el PRO vuelve a profundizar su modelo y multiplica por cinco las áreas en las que se regulará el estacionamiento. Así, Macri hizo que el estacionamiento medido público se convirtiese en un negocio en
múltiples las calles de la Ciudad.
Pero aún no había terminado, con la llegada de Horacio Rodríguez Larreta, se perfeccionó el negocio hasta entregárselo a mercadolibre. Primero en 2016 y luego en 2018, el actual jefe de gobierno presentó proyectos en la Legislatura que amplían las zonas de estacionamiento medido, y también a las concesiones del servicio de grúas.
La gran modificación se dará en 2018, bajo la ley 6.036, la cual extiende el estacionamiento medido al 45% de las calles de la ciudad, a la vez que multiplica los parquímetros hasta 86.768, a su vez, establece nuevos horarios y propone un futuro pago a través del celular y nuevas estaciones de pago electrónicas.
Pocos meses después, el 19 de noviembre de 2020, se aprueba otra extensión del
estacionamiento, se eliminan las máquinas de cobro, se fomentan las forma de pagos
online y a través del celular, se establecen tarifas diferenciadas y que las adjudicaciones del servicio serán a través de licitaciones públicas.
Ese mismo día además, se sanciona “Buenos Aires Ciudad Bici” que fomenta instancias público – privadas en la utilización de las bicicletas de la ciudad, es decir, el arancelamiento del uso.
Y así llegamos a 2021, cuando el 12 de julio se publica el llamado licitación Nº 614-0877-LPU21, ”Servicio Integral de Cobranza para sistema de estacionamiento regulado y Buenos Aires Ciudad Bici” por un monto exacto de 92,9 millones de pesos.
El único oferente que se presentó fue Mercadolibre; el 27 de diciembre se establece la preadjudicación y para cerrar el negocio, el 26 de enero de 2022 se comunica la adjudicación final.
Se cierra así un negocio de más de una década redondo, Mercadolibre accede a la concesión del estacionamiento de casi la mitad de las calles de la CABA.
Pero, ¿por qué fue la única empresa que se presentó? Vemos que los pliegos técnicos de a licitación parecen hechos a medida (con) de Mercadolibre. Entre ellos se destacan: la posibilidad de crear un sistema que pueda procesar más de 45 mil transacciones diarias al comienzo y un millón en etapas posteriores, que permita operar con dinero virtual de su propia billetera, que soporte mas de 10.000 usuarios activos en simultáneo y más de 100.000 transacciones por hora, que permita obtener reporte al instante de tiempos de inactividad de la aplicación, de uso, de caídas, de transacciones, de medios de pago, entre tantos otros requerimientos técnicos.
Marcos Galperin dueño de MERCADO LIBRE y sus negocios privilegiados con Larreta
Ahora bien, ¿Cuántas empresas son capaces de cumplir esos requerimientos? Obviamente, muy pocas. Por otro lado, ¿Son necesarios
tales requerimientos para el funcionamiento de una aplicación de cobro de
estacionamiento?
En decenas de ciudades de nuestro país, el cobro se realiza de
eficientes maneras sin esa lista de requerimientos técnicos, que dejan fuera del alcance
a pymes y empresas capaces de realizar la misma tarea, sin mencionar la posibilidad
de desarrollar aplicaciones desde el Estado que pueden realizar la misma tarea sin
inconvenientes y otorguen un beneficio mayor a las arcas públicas, como es el caso de
Solución de Estacionamiento Medido (SEM), desarrollada por la Universidad Nacional de La Plata, que brinda este servicio en un gran número de municipios nacionales y se ha exportado a México y Brasil.
Obviamente, aquí no queremos decir que no deba existir el estacionamiento regulado,
que no deban establecerse negocios público-privados, ni que sea un caso evidente de armado de una licitación pública.
A modo de conclusión, el estacionamiento regulado en la Ciudad se convirtió en un
negocio, el cual fue minuciosamente planificado y llevado a la práctica a lo largo de los
años, que fusiona la política, la burocracia y delega la gestión para las grandes
corporaciones. Esta es una alerta más. Pero hay una alternativa: recuperar un gobierno
en la CABA que gestione impulsando capacidades propias, a las empresas públicas y a
las pymes de la Ciudad