Ex secretario de Seguridad del Distrito Federal fue detenido la mañana de este sábado cuando llegaba procedente de Estados Unidos. Anderson Torres fue arrestado en el aeropuerto internacional de Brasilia. Fue hasta el domingo pasado secretario de Seguridad de la capital y por eso el máximo responsable de garantizar la integridad de los edificios que fueron invadidos por bolsonaristas.
Poco después de su arresto, el ministro de Justicia, Flávio Dino, aseguró que los ataques fueron una «acción orquestada».
El funcionario calificó, asimismo, de «error político» la designación de Torres por parte del Gobernador del Distrito Federal, el también bolsonarista Ibaneis Rocha, quien fue suspendido temporalmente del cargo por el Supremo Tribunal Federal (STF) tras los ataques.
El funcionario se refirió a labor de Torres como ministro de Justicia y denunció, en ese sentido, la inacción de la Policía de Carreteras ante los bloqueos de rutas que hicieron simpatizantes bolsonaristas contra un supuesto fraude electoral y la «inercia» de la PF en el descubrimiento de un artefacto explosivo acoplado a un camión cisterna destinado al Aeropuerto de Brasilia, el pasado 24 de diciembre.
El pasado martes, la Policía Federal encontró en la casa de Torres un borrador de un decreto para desconocer el resultado de las elecciones que consagraron a Lula. El propio Torres admitió la existencia del documento que “iba a ser triturado oportunamente en el ministerio”.
En su cuenta de la red Twitter, el exministro escribió que el papel “fue filtrado fuera de contexto, ayudando a alimentar narrativas falaces” en su contra, y remarcó que tiene «la conciencia tranquila» y que respeta la democracia.
Las autoridades identificaron 52 individuos y siete empresas bajo sospecha de contribuir económicamente con los manifestantes, mientras que autoridades del Distrito Federal están bajo la lupa por supuesta omisión de funciones.
Lula, de 77 años, prometió además «una revisión profunda» de su entorno en el palacio para garantizar su seguridad, puesto que está convencido de que hubo complicidad interna en la asonada.