Por La Voz de Los Barrios. Republicada el 30 julio de 2022

Nota publicada en el diario LA VOZ DE LOS BARRIOS en papel en de junio de 2013
Héctor Pellizzi

Moisés Lebensohn nació en la ciudad de Bahía Blanca, el 12 de agosto de 1907. Hijo de inmigrantes judíos, su padre montenegrino y su madre rumana, ambos descendientes de familias campesinas. Desde joven abrazó el periodismo. Inició su vida política militando en las filas del socialismo, para afiliarse, después, al Partido radical de Hipólito Yrigoyen.

El 17 de octubre de 1931, con solo 24 años, fundó el diario “Democracia” en Junín, ciudad que lo adoptó. En 1936, ya siendo abogado, es electo Concejal y en 1938 ocupó el cargo de Secretario General del Congreso Nacional de la Juventud Radical. Partidario de profundizar las conquistas sociales de Yrigoyen, se opuso a los mecanismos fraudulentos de la «década infame» y a los sectores conservadores de su partido.

Sostenía la necesidad de avanzar en la justicia social, en el federalismo, en la libertad sindical, en el voto femenino, en la reforma educativa y una firme repulsa a toda forma de régimen corporativo. Pretendía políticas de profundas reformas económicas, incluyendo la nacionalización del petróleo y la reforma agraria.

Fundó y fue el ideólogo del Movimiento de Intransigencia y Renovación – M.I.R, un grupo opositor a la vieja y tradicional dirigencia partidaria, y por el cual fue duramente criticado desde el ala conservadora de su mismo partido, e incluso llegaron a agredirlo físicamente, además de tacharlo de «comunista, ambicioso y judío».

Partía desde la concepción que el radicalismo era la fuerza formadora de la nacionalidad argentina frente al europeísmo conservador. Lebensohn sostenía que el radicalismo de entonces carecía de «ejemplos morales y coraje para hacer reformas vitales de justicia social, que afectan intereses económicos». Por esa razón impulsó un programa transformador que adquirió forma en el V Congreso de la Juventud Radical en Chivilcoy, en mayo de 1942.

Este programa, fue posteriormente, en 1948, incorporado casi totalmente como Bases de Acción Política de la U.C.R..
Lebensohn fue un hombre de pueblo, dirigente humilde y honesto, sensible a los desposeíos, cabalmente yrigoyenista, que bajo los adustos y nobles ideales intransigentes y revolucionarios, marcó un camino a seguir en una “Argentina soñada” en un “mundo nuevo”. como solía decir.

La UCR comenzó a ceder espacios y dio lugar a la entrada de personajes del establishment y del status quo que no decidían, ni conducían, ni orientaban, sino que despedazaban las banderas tradicionales de la intransigencia y buscaban la oportunidad de aliarse con los poderes concentrados.

El mismo Moisés Lebensohn decía: “No sabemos en virtud de que milagro vamos a conseguir que la oligarquía nos ceda el poder. ¿Negociando? Los intransigentes sabemos desde el ‘90 que la democracia en ningún lugar del mundo, pero menos en la Argentina, se consigue sin pelearla, lucharla y conquistarla”.

Mantuvo una gran amistad con Eva Perón. En sus charlas coincidían con la necesidad de luchar por los desposeídos y la justicia social que Lebehnson ya había percibido como el gran tema del siglo veinte. Esta profunda amistad no se quebró siquiera cuando ambos estuvieron enfrentados en lo político ya que los dos compartieron el ideario social, a punto tal, que solían encontrarse en sitios públicos para compartir una charla y un café. Eva muchas veces le decía un poco en broma y un poco en serio: “Rusito, venite con nosotros, si vos sos de los nuestros…”.

Lebensohn, falleció de un ataque cardíaco el 13 de junio de 1953, a los 45 años de edad. Fue un político de raza, de visión humanística, de actitud humilde y generosa y de un firme compromiso con los altos valores de la ética y la política.