UN POEMA DE MARTÍN ARANGUIZ
El sortilegio
de la voz soplada
al oído del viento
el péndulo del hilván
sostiene precariamente
una hechura impar
el imán de la pantalla
desapega el golpeteo
de la lluvia en los cristales
el ombligo de las naranjas
rezuma plaza
un banco mojado por la lluvia
la tristeza de una mirada
ese ombligo guarda en su enredo
sortilegios
péndulos
imanes
y las horas anaranjadas
Ombligo de narajas
13 de noviembre de 2021
Martín Aranguiz