El 8 de Marzo simboliza más de 160 años de lucha popular por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.
El asesinato de 129 mujeres norteamericanas que reclamaban condiciones dignas de trabajo, en una fábrica textil en Nueva York fue el punto de inflexión para una demanda que llevaba más de 50 años.
Nuestra responsabilidad es honrar esta fecha convocando a la reflexión para evaluar avances y retrocesos y entonces promover acciones que construyan los escenarios que nos permitan vivir en un mundo mas justo e igualitario.
Son muchos los derechos y los espacios que las mujeres hemos conseguido durante todo este tiempo de lucha, sin embargo aún estamos lejos de la equidad que pregonamos.
El miedo debe convertirse en paz, el odio debe ser amor, el prejuicio transformarse en confianza, y las diferencias en oportunidades.
De todo corazón reivindico y agradezco a cada una de esas mujeres que a lo largo de todos estos años, ya sea desde los movimientos populares o desde la humilde convicción ciudadana, han aportado su granito de arena para romper estereotipos en búsqueda de la igualdad. En honor a ellas y a las que vendrán seguiré trabajando con convicción y compromiso.