Fue uno de los mayores avances de la lucha de la clase obrera y el pueblo en los años 60 y 70. Se reaccionó contra la opresión política, económica y social.
No fue un alzamiento popular espontáneo, fue organizado por los sindicatos cordobeses, que contaron con el apoyo de los universitarios, de una variedad de partidos políticos y del pueblo.
Se rompió la tradición del “paro matero”, fue una huelga con abandono de tareas y movilización, con planteamientos económicos, políticos y gremiales. Se fue a trabajar y desde las grandes plantas industriales, las columnas obreras, compactas, llenas de bronca, arrastraron a los obreros de las pequeñas fábricas.
Las barricadas se levantaron por toda la ciudad, el pueblo fue tomando uno a uno cada barrio, se enfrentó a las fuerzas policiales, que se replegaron a sus cuarteles, dejando la ciudad en manos de los trabajadores y estudiantes. Fueron jornadas de Solidaridad de clase, y que se vio desde la convocatoria hasta la organización, pasando a los momentos de compartir las barricadas las asambleas espontáneas.
El Cordobazo constituyó un punto decisivo en la evolución de la lucha de clases, porque puso de manifiesto el estado que había alcanzado la radicalización de la conciencia política de importantes sectores del proletariado, de la pequeña burguesía y el profundo rechazo antidictatorial existente, acumulado en varios años de deterioro económico-social y de opresión política.
Fuente: Leónidas «Noni» Ceruti