Los enemigos de Figueroa Alcorta le atribuían condiciones de yettatore. En 1905, a poco de haber asumido la vicepresidencia, se desató la rebelión radical, comandada por Hipólito Yrigoyen. En enero de 1906, moría el expresidente Bartolomé Mitre. 22 días más tarde pasaba a mejor vida el senador Francisco Uriburu, consuegro del presidente Manuel Quintana, y al mes exacto de este hecho, moría el propio presidente Quintana. Justo a los dos meses fallecía el ex presidente Carlos Pellegrini y a fines de 1906 seguía el mismo camino Bernardo de Irigoyen. Otros dos expresidentes morirían durante su mandato, en 1907 Luis Sáenz Peña y en 1909 Miguel Juárez Celman. A los 42 días se iba de este mundo otra figura de la vida política de fines del siglo XIX, el ingeniero Emilio Mitre.

Hay quienes dicen que su yeta llegó incluso hasta Chile adonde fue invitado en 1910 para los festejos del centenario de su independencia. En el mes anterior habían fallecido nada menos que dos presidentes chilenos, Pedro Montt y quien lo sucedió, su vicepresidente Elías Fernández Albano. El país vecino quedó estupefacto faltaban dos semanas para las fiestas y no había presidente para celebrarla, finalmente fue nombrado el ministro más antiguo, Emiliano Figueroa Larrain , quien si pudo presidir el evento.

De la visita de Figueroa Alcorta a Chile quedó también una anécdota: se organizó en honor al centenario una carrera en el club hípico de Santiago dotada con una gran suma de dinero para el vencedor. Figueroa Alcorta tuvo la idea de jugar a uno de los favoritos, un caballo pura sangre llamado «pinche», que había nacido en la Argentina y tenía un jinete argentino, y que, por lo tanto, era una elección casi lógica. Se largó la carrera y como era de suponerse considerando la fama de Figueroa Alcorta, pinche rodó por la pista . El estadio entero enmudeció, salvo por un anónimo apostador que bien camuflado entre las gradas gritó: “pero que yetador de la Madonna, che!