A 72 años de la epopeya más brillante del Deporte Nacional

Fuente: Mundo Amateur

 

Primeros Juegos Deportivos Panamericanos en Buenos Aires (25 de Febrero al 8 de Marzo de 1951) 

A 72 años de la epopeya más brillante del Deporte Nacional

Víctor Lupo

Los Juegos Olímpicos modernos comenzaron a desarrollarse en 1896 en Atenas, Grecia y, ya a principios del siglo XX el Comité Olímpico Internacional (COI) sostenía que el esplendor de los mismos se alcanzaría cuando se realizaran Juegos Regionales en los distintos continentes.

Durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1932 y Berlín 1936, entre los dirigentes deportivos de los países participantes, se comenzó a hablar de la realización de los Juegos Panamericanos.

Delfo Cabrera ganando la Maratón

En 1940 se realizó el “Primer Congreso Panamericano del Deporte” decidiéndose que la ciudad de Buenos Aires sería la primera sede, en 1942. Pero a causa de la Segunda Guerra Mundial fue aplazada la fecha prevista para este comienzo de los Juegos Panamericanos.

Durante la realización de los Juegos Olímpicos en Londres 1948, luego del intervalo por la Guerra, se realizó el “Segundo Congreso Panamericano” (8 de agosto) y se confirmó a Buenos Aires como sede de los Juegos Panamericanos para 1951. La Confederación Argentina de Deportes (CAD), integrante del Comité Deportivo Panamericano, aceptó el ofrecimiento por una resolución tomada el 14 de noviembre de 1949, convirtiéndose en el Comité Organizador de los Juegos. Para llevar adelante su tarea conformó un Comité Organizador que integraban el Presidente de la Nación, general Juan D. Perón y su esposa Evita, como presidentes honorarios.

Furlong y González integrantes de la selección de básquet con medallas de plata

Para este magno torneo a realizarse en el país, se presentaron obras de “Infraestructura nueva”, como: el Aeropuerto Ministro Pistarini, en la localidad de Ezeiza, sobre una superficie de 6.500 hectáreas. Su construcción había sido aprobada por la Ley Nº 12.285 del año 1935 pero las obras recién comenzaron en diciembre de 1945. La construcción estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas, conducido por general Juan Pistarini, obra entre las 75.000 realizadas por los planes quinquenales. Este aeropuerto fue inaugurado para el tráfico comercial durante 1949.

Una gran realización en el área deportiva fue el nuevo estadio del Racing Club de Avellaneda, con capacidad para 100.000 espectadores, inaugurado el 3 de septiembre de 1950 y en el que se llevó a cabo la fiesta inaugural de los Panamericanos, el 25 de febrero de 1951.

Otro de los escenarios deportivos habilitados, muy poco tiempo antes, para estos Juegos fue: el Velódromo Municipal, en el Parque 3 de Febrero, inaugurado el 27 de febrero de ese año, con un perímetro de 333,33 metros, un ángulo de inclinación de 40,3º en la parte más pronunciada y una capacidad de 5000 personas sentadas y 10.000 de pie. El autor del proyecto fue un dirigente del ciclismo, el teniente coronel Martín V. Brumana.

La Villa Olímpica en el Centro Recreativo de Ezeiza, inaugurada el 8 de enero de 1951, fue el lugar donde se alojó la delegación argentina.

La avenida General Paz, entre Puente La Noria y Avenida del Libertador, sirvió de escenario para las pruebas ciclísticas de ruta, a la prueba de Marcha y a la tradicional Maratón. El estadio de Huracán de Parque Patricios, inaugurado en 1949, fue una de las sedes del fútbol.

Los Hogares de Transito Nº 2 (calle Austria) y Nº 3 (calle Lafinur 2988, donde hoy funciona el Museo Evita), sirvieron de alojamiento a las delegaciones femeninas y el Hogar de la Empleada “Libertador Gral. San Martín”, inaugurado el 30 de diciembre de 1948 (Avenida de Mayo Nº 869), fue el comedor de las deportistas.

 

Los escenarios remodelados para la ocasión fueron: el Luna Park (básquet y boxeo), River Plate (atletismo y ceremonia de Clausura), Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (atletismo, gimnasia y natación), Independiente (fútbol), Teatro Casino (pesas), Lawn Tenis Club (tenis), la pista del Tigre (deportes acuáticos), el Tiro Federal y el Colegio Militar de la Nación, que fue la Villa Panamericana de los atletas varones visitantes y escenario de algunos deportes como natación y béisbol.

Los afiches de los Juegos fueron realizados por distintos artistas como Simón Berasaluce Aguinagalde, nacido en Deba, provincia de Guipuzcoa en España, el 25 de abril de 1912, Alfonsín y Juan Carlos Martini (ganador del Primer Premio del concurso organizado por la CAD). Mientras que el maestro de música, Honorio Rando acompañado de 800 músicos de la “Banda Monumental”, fue el encargado de interpretar los himnos de cada país ganador, cuando sus deportistas recibían las medallas correspondientes.

 

Mary Terán de Weiss

Grandes figuras del deporte argentino colaboraron con la organización, como los boxeadores Luis Ángel Firpo y los medallistas olímpicos, Carmelo Robledo, Juan C. Zabala, Pascual Pérez y Oscar Casanovas, más Fangio, Froilán González y Vito Dumas, entre otros. Firpo junto al polista olímpico Manuel Andrada y Gorgonio Gregorio Esper, enviados por la Confederación Argentina de Deportes, recorrieron 15 países de América entre el 26 de setiembre y el 4 de noviembre de 1950 para asegurar su participación en los Juegos de 1951.

Participaron 21 países del continente cuyos 2.513 atletas compitieron en 18 deportes. Canadá no participó en estos Primeros Juegos Panamericanos. Estados Unidos envió un total de 175 deportistas, siendo la delegación más numerosa, después de Argentina. Su equipo era encabezado por su campeón olímpico de 1948, en Saltos Ornamentales.

Esgrimista Elsa Irigoyen

Una delegación de Grecia, encabezada por el secretario del Comité Olímpico de ese país, fueron los encargados de traer desde la cúspide de la colina de la Acrópolis, la llama olímpica que iluminó esos Juegos Panamericanos.

En el acto inaugural, en el estadio de Racing, el abanderado de la delegación argentina fue el atleta Delfo Cabrera y el Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón puso en marcha los Juegos con estas palabras:“Hermanos Deportistas de América, invocando la Grecia Inmortal, cuya ática llama desde la cual tres mil años nos contemplan, comenzará una justa de caballeros. Que cada uno sepa ganar y perder con honra. Con ello declaro abiertos los Primeros Juegos Deportivos Panamericanos”.

Eva Perón

Acto seguido se tomó juramento a los deportistas participantes. A los varones, el atleta Enrique Kistenmacher, y a las mujeres, la esgrimista Elsa Irigoyen, mientras que el campeón del mundo de básquetbol, Oscar Furlong tuvo el honor de izar la bandera.

En el aula Magna de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales se llevó a cabo el Congreso Panamericano bajo la presidencia del argentino Dr. Rodolfo Valenzuela (representante olímpico en 1932 y 1936 de esgrima) y el presidente del Comité Olímpico de EE.UU., Avery Brundage.

 

El día anterior a cada competencia los deportistas argentinos recibían en la Villa Panamericana de Ezeiza la siguiente carta personal del general Perón:

“Amigo deportista: Como usted, he sido joven y he sido deportista, por eso puedo escribirle como compañero y como argentino. Defender los sagrados colores de nuestra bandera en una justa deportiva presupone el mismo honor y el mismo sacrificio que hacerlo en cualquier otra ocasión. A la Patria se la defiende de una sola manera: con toda el alma, con toda la vida. Recuerde compañero que en esa defensa usted es la síntesis de todo un pueblo. Es la expresión del poderío físico y espiritual de ese pueblo y de su raza. En usted estarán puestos los ojos y el corazón de todos los argentinos y de usted depende su alegría, su satisfacción o su tristeza. En los deportes, como en todas las cosas de la vida, se vence con la cabeza, se llega con el corazón y se llega aún más allá con la voluntad tenaz e inflexible de vencer. El cuerpo y su entrenamiento hacen el resto. Recuerde también que con el prestigio argentino defendemos el honor común que es nuestro sagrado patrimonio. El nos obliga a vencer pero a vencer bien. Un deportista que es capaz de vencer debe saber también perder. En ambos casos con honra. Ponga su fe en el éxito; persevere en prepararse, llame hasta la última reserva de su voluntad para ponerla en la prueba y espere confiado en la suerte que le auguro y no ha de faltarle si se ha preparado bien física y espiritualmente para luchar. Un gran abrazo”.

Firmado: Juan Perón.

 

La gran fiesta de Clausura fue realizada en el Monumental de River Plate y allí se dio a conocer el “Medallero Final de los Primeros Juegos Deportivos Panamericanos” que quedó en los dos primeros lugares de la siguiente manera:

 

1) ARGENTINA: 154 MEDALLAS (68 Oro – 47 Plata – 39 Bronce)

2) EE. UU.: 98 MEDALLAS (46 Oro – 33 Plata – 19 Bronce)

 

En esta fiesta María Eva Duarte de Perón, fue la encargada de despedir a las delegaciones visitantes y lo hizo de la siguiente manera: ¡Hermanos de comunes destinos!, a vuestro arribo a este cálido hogar de todos, dijimos jubilosamente “Bienvenidos”. Y ahora con la pena de los que ven partir a los buenos amigos, decimos: “Hasta siempre! Porque nos sería gratísimo volver a agasajarlos en la Nueva Argentina de Perón, florecida por el justicialismo que redime a sus hijos, y sabe honrar y amar a los hombres, a las mujeres y los niños de una América con pueblos sin fronteras. Nuestra patria no las tiene para vosotros. Venid y andad por ella a cada momento. Nuestro cariño os hará sentir que aquí, ¡jamás seréis extranjeros!.

 

 

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