Anibal Torretta: "La batalla cultural no se perderá mientras exista un peronista vivo"

Anibal Torretta: «La batalla cultural no se perderá mientras exista un peronista vivo»

hace 7 días

LA VOZ DE LOS BARRIOS conversó con Aníbal Torretta, Secretario de Organización del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires, que lidera Amadeo Genta. En 1987 entró a trabajar en la obra social donde comenzó a interiorizarse sobre todos los aspectos del sindicalismo y en los años 90 se articula con la lista azul y blanca que conducía Amadeo Genta.

LA VOZ- ¿Cómo son sus inicios en la juventud Sindical?

ANIBAL TORRETA- En 1982 comencé a militar políticamente en el peronismo, en la Matanza, junto a mi padre. Es decir que ya tenía una base doctrinaria importante cuando empecé a activar en la juventud sindical. Un buen día, en un plenario, tuve la oportunidad de expresar mis ideas sobre la política nacional, y el compañero Lorenzo Miguel me llamó y me pidió que me pusiera el frente de la juventud sindical nacional. Con el aval de Amadeo Genta, comencé mi militancia a nivel nacional.

Fue un poco raro porque en mis inicios no se cumplió con ningún requisito, normalmente se comienza después de ser delegado y ocupar otras funciones, yo asumí la conducción de la juventud directamente.

Nosotros desarrollamos muchísimo la formación de cuadros, en ningún momento dejamos de lado la construcción doctrinaria, no solamente la formación de los principios del derecho, estatutos, ley sindical, etc., sino que también desde la formación espiritual de la doctrina peronista, la Comunidad Organizada, la conducción política, y la historia de nuestro movimiento.

Cuando comencé a estudiar abogacía fui a trabajar al Departamento de legales. Allí me eligieron delegado, congresal, revisor de cuentas, vocal y ahora soy Secretario de Organización. Es decir que comencé a subir escalón por escalón, sin pisar a nadie, tampoco Amadeo Genta lo hubiera permitido.

En la Argentina no se puede hablar del movimiento de obreros si no se habla del peronismo, porque existía un sindicalismo antes de Perón y otro después.

Perón ayudó a conformar sindicatos poderosos por ramas de actividad con una central obrera única. Es evidente que este gobierno viene destruir Argentina y como efecto colateral a los sindicatos, quieren llegar a que Josecito empleado de McDonald tenga que ir hablar con Ronald McDonald directamente cara a cara para que le solucione simples problemas laborales.

Cuando comencé a colaborar en el Consejo Directivo del Gremio, lo primero que se hizo fue dinamizar la escuela de formación política y sindical, uno puede perder una batalla política por elecciones, se puede perder la conducción del gobierno por un golpe de Estado, y todo se puede revertir como lo muestra la historia.

Lo que no se puede recuperar, si se pierde, es la batalla cultural, en ese sentido nosotros no abandonamos nunca la pelea por la batalla cultural. En realidad no se ha perdido la gran batalla, podremos haber perdido, como en Malvinas, una batalla, pero sabemos que las Malvinas son argentinas y no vamos a resignar nuestra sobraría. La batalla cultural es lo mismo.

El General decía que un movimiento y un país sin doctrina es como un cuerpo sin alma, nosotros el alma la tenemos viva, y el cuerpo del movimiento, cuando se vuelva a reestructurar seguirá siendo mucho más amplio que el partido, más amplio que la CGT, más amplio que los movimientos sociales, y es mucho más amplio que las pymes peronistas.

La batalla cultural no se perderá mientras exista un peronista vivo. Hemos cometido el error de dejar de ser un movimiento para convertirnos en un partido, un partido sin alma y la estamos pasando mal por la peruanización de la política, que es seguir hombres, y ya no nos fijamos si a quien seguimos defiende los principios doctrinarios, lo seguimos porque nos gusta, por ser el menos malo.

Podemos estar en un momento de repliegue pero jamás de rendición. Mi padre participó en la huelga de frigorífico Lisandro de la Torre y siempre me decía que es la única huelga que no se levantó, me decía: “seguimos en huelga”, bueno, nosotros seguimos en lucha porque le podemos dar la discusión política a cualquiera y en cualquier lugar.

La doctrina peronista es una de la más moderna del mundo, muchísimos países de la tierra han aplicado nuestra doctrina. Hasta Estados Unidos aplica principios sociales y económicos peronistas. El proteccionismo de Trump que muchos hoy admiran, fue aplicado hace 60 años por Perón.

El peronismo es una doctrina que nace para encontrar la paz y la felicidad del mundo. Busca la tercera posición entre el social capitalismo chino y el capitalismo financiero, que es peor, porque el otro capitalismo generaba empleo, este no genera, este destruya empleo y para eso la doctrina peronista tiene la solución.

Parece una locura o puede parecer una locura lo que estoy diciendo, pero es así, porque cuando estuvo Perón le dimos soluciones a los países latinoamericanos y le solucionamoss el hambre a una Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial.

Siempre que el país estalla por los aires, como en el 2001, siempre vuelve el peronismo a levantar las ruinas que dejó el liberalismo salvaje. En el periodo de 2002 al 2015 se hicieron grandes cosas como 6 millones de puestos de trabajo, volvieron las paritarias, se defendía la unidad regional, se defendía la UNASUR, se dijo no al ALCA, bueno, hay que recuperar ese camino porque hoy tenemos un régimen dictatorial, totalitario, libertario, que fomenta el individualismo y el aislamiento de las personas, el hombre aislado es un genocidio, hay que defender esta Constitución aunque mucho no me gusta, pero que contiene cosas de la Constitución del 49, sobre todo las humanísticas.

Hay que defender la Constitución, la doctrina peronista y la movilización y a eso le agrego la formación de cuadros políticos doctrinarios, que es fundamental porque da un norte, porque ilumina, te dice para dónde ir.

La CGT ha retomado esto y tengo la dicha y la suerte de ser parte del cuerpo docente que se desarrolla en todo el país. Vamos a donde se nos requiera, desde una universidad hasta una villa, porque nos sentimos como en casa.

Perón nos dio un mandato bien claro que es formar 100 mil predicadores, que el realizador ya va a aparecer. Ahora estamos en la formación de los predicadores y ojalá que en algún momento aparezca el realizador y si no lo logramos, nos contentaremos que muertos nosotros, dejamos viva la doctrina.