Mónica, con 14 años, fue secuestrada el 3 de diciembre de 1976, en La Plata en un operativo comandado por los genocidas Ramon Camps y la Bestia Etchecolatz. En ese operativo desmedido y monstruoso, asesinaron a sus padres.
La despreciable bestia Miguel Osvaldo Etchecolatz
Después de haber pasado por varios Centros Clandestinos como “Pozo de Arana” en la periferia de la ciudad de La Plata. Se trataba del Destacamento ubicado en las calles 637 y 131, señalizado hoy como centro clandestino de detención, donde estuvieron presos, entre otros, los estudiantes de la «Noche de los Lápices» y el desaparecido Jorge Julio López, quien durante su cautiverio en el lugar denunció que presenció ejecuciones y quema de cadáveres en una fosa común, en los fondos de la Seccional.
Ramónn Camps, asesino y ladrón del Ejercito Argentino de Videla
Mónica estuvo secuestrada también en la Comisaría 5ta, dependencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, donde funcionó un Centro Clandestino de Detención (CCD) y una maternidad clandestina entre abril de 1976 y febrero de 1978.
Este CCD operó bajo la órbita del Comando Zona I, Sub-zona 11, Área 113 y fue parte del Circuito represivo conocido como “Circuito Camps”.
La joven – niña fue fusilada y tirada en una fosa común del cementerio de Avellaneda, donde permaneció por 33 años hasta su inhumación por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Se llamaba Mónica Santucho y sus verdugos criminales se vestían de verde oliva.
El terror, resucita en nuestros días, en los émulos de estos engendros monstruosos que el 1° de septiembre intentaron asesinar a Cristina Fernández de Kirchner, nada menos que la vice presidente de todos los argentinos.