Escribe Carlos Aira

Todos los argentinos que vistieron la camiseta de Napoli

Deportes

Informe especial de Abrí la Cancha

Por Carlos Aira

Diego y Nápoli.

Los argentinos sentímos a Napoles como un pedazo de nuestra tierra. Por la inmigración de comienzos del siglo 20 y por la indeleble presencia de Diego Armando Maradona. El Napoli ganó su tercer Scudetto y en el Abrí la Cancha repasamos a todos los argentinos que vistieron la maglia napolitana.

«Ver Napoles e doppo morire«, dice el refrán popular. A los pies del Vesubio, Napoles es intensa, mediterránea y pasional. La construcción social de nuestro país está atravesada por la inmigración europea del siglo 20. Fue tan fuerte la inmigración napolitana – y su zona de influencia – que quedó impregnada en el habla porteña. Los Tanos, aféresis de napolitanos, para describir a cualquier italiano o descendiente. En 2005, un estudio realizado por el Conicet buscó destrabar una curiosidad filológica: ¿De dónde surge el acento y entonación porteña, babel del sur del mundo? Luego de meses de trabajo los cientíticos llegaron a una conclusión: los porteños hablan el español con una entonación más cercana a la de los napolitanos que a la de cualquier otra lengua.

La Societá Sportiva Napoli fue fundada en 1926. A partir de la década del 30 comenzó el inmenso flujo de futbolistas argentinos hacia Italia. Los Oriundi. El nuevo profesionalismo porteño no era del agrado de todos los futbolistas y las liras italianas eran una tentación. Fue así que en junio de 1931, el insider Carlos Martín Volante se convirtió en el primer argentino en vestir la camiseta del Napoli. Volante, insider izquierdo, tuvo una gran campaña en Europa que remató en Brasil, donde inmortalizó su apellido como sustantivo. Aquello de «jugar de volante«. Carlos Volante jugó tan solo la temporada 1931/32. Fueron 25 partidos, sin goles.

 

Carlos Volante. El primer argentino que vistió la camiseta del Napoli.
934/35, Napoli contrató a Guillermo Stábile. El Filtrador. El goleador de la Copa del Mundo de 1930. El paso de Stábile por Napoles no fue el mejor: no convirtió goles en 20 partidos disputados.
En la temporada 1935/36 llegó a Napoli el delantero Antonio Ferrara. Había comenzado su carrera en San Fernando y el profesionalismo lo encontró en Platense. Su buen desempeño permitió en la temporada siguiente el ingreso de su hermano, Nicolás Ferrara. La prensa los distinguió como Ferrara I (Antonio) y Ferrara II (Nicolás). En 1937 fueron transferidos a la Ambrosiana-Inter donde se consagraron campeones del Scudetto 1937/38.

 

Evaristo Barrera, goleador del Napoli entre 1940 y 1942.
En 1940 Napoli contrató al cordobés Evaristo Vicente Barrera. A pesar de sus goles en Racing Club, su juego carente de técnica lo convirtieron en un jugador muy criticado. En Italia encontró un fútbol acorde a sus características. El Omnibus convirtió 12 goles en 49 partidos disputados en las temporadas 1940/41 y 1941/42. Barrera se radicó en Italia, donde falleció el 7 de junio de 1982.
Bruno Pesaola es un desconocido en el fútbol argentino. Nació en Capital Federal el 28 de julio de 1925. Era un puntero izquierdo muy bajo (1,65), hábil y encarador. Surgido en las inferiores de River Plate no tenía posibilidad de subir a Primera porque allí había un genio como Félix Loustau. Antonio Vespucio Liberti lo recomendó a Dock Sud, para jugar en Primera B. Su campaña fue excelente, disputando 84 partidos y marcando 26 goles entre 1944 y 1947.
Su rendimiento, y su condición de Oriundi, le permitieron pegar el salto al fútbol italiano. Pesaola fue contratado por la Roma, pasó por Novara, pero su lugar en el mundo fue Napoles. Entre 1952 y 1960 disputó 260 partidos con la camiseta celeste. Afincado en Napoles, dirigió al equipo entre 1962 y 1968. En ese tiempo consiguió la Copa Italia 1962, la única que obtuvo un equipo de ascenso en la historia del Calcio. Su última etapa como allenatore fue en la temporada 1976/77. Alejado del fútbol, durante largos años participó de programas televisivos comentando la campaña del Napoles. El 20 de noviembre de 2009 recibió la ciudadanía honoraria de Nápoles. El mismo decía que era un «napolitano que había nacido en el extranjero«. Il Petisso falleció el 29 de mayo de 2015 a los 89 años. «Nos dejó un trozo de nuestra historia«, publicó en sus redes el club napolitano.

 

 

Bruno Pesaola, un napolitano nacido en Argentina.

 

Juan Carlos Tacchi.
La historia se siguió entrelazando entre nuestro fútbol y el Napoli. Juan Carlos Tacchi era un buen puntero izquierdoentrerriano surgido en Newell´s Old Boys. Luego de pasar por el equipo rojinegro, Lanús y Ferro Carril Oeste, en 1956 emigró al Calcio para vestir la camiseta del Torino. En 1960 llegó a Napoli. Petiso como Pesaola, se convirtió en mediocampista de entrega. Disputó 127 partidos en seis temporadas, convirtiendo 19 goles. Campeón de la Copa de Italia 1961/62.
Humberto Rosa fue un delantero potente y goleador surgido en Rosario Central. Dueño de una técnica exquisita, que le permitió la convocatoria a la Selección Argentina en 1953. En 1954 fue transferido a la Sampdoria. Su campaña en Italia tuvo su cénit en el Padova, donde se lo sigue considerando como el máximo ídolo del club. Luego de una temporada en Juventus, Rosa llegó a Napoli en 1962. Disputó 48 partidos, señalando 7 goles.
En 1965 llegó una estrella a Nápoles. Enrique Omar Sívori había realizado una campaña deslumbrante en Juventus. Con 30 años, parecía que había llegado cierta decadencia para el genio de San Nicolás. Un espejismo: sus cuatro temporadas en Napoli fueron sensacionales. Llegó al subcampeonato en la liga 1965/66. Fue un ídolo inmenso al pie del Vesubio. Tan grande como lo había sido en la flemática Turín. Su camino se unirá a Diego Maradona. Tal vez sean los dos máximos ídolos en la historia de Napoli. Los dos argentinos. Los dos zurdos. Los dos hicieron historia arrancando por derecha con la lengua por fuera de la boca. Entre 1965 y 1969, el Cabezón jugó 76 partidos con la camiseta celeste y marcó 16 goles.
Enrique Omar Sívori en Napoli. Padre de Maradona, Abuelo de Messi.

 

En 1980 un cambio sustancial se introduce en el Calcio: el final de los Oriundi. Para los extranjeros ya no era necesario demostrar una filiación italiana. Cada club de Primera División podía alinear dos extranjeros que eran elegidos con precisión quirúrgica.
Ramón Díaz con la camiseta del Napoli. Temporada 1982/83.
En 1982, luego de 13 años, Napoli contrató un argentino. Era Ramón Ángel Díaz. Estrella y goleador del campeón juvenil Japón 1979, el paso del Pelado en la Copa del Mundo España 1982 no había sido rutilante. Sus 23 años y capacidad goleadora habían seducido a los pies del Vesubio. El riojano disputó 38 partidos en la temporada 1982/83, señalando 8 goles entre Liga y Copas. La siguiente temporada fue enviado a préstamo a Avelino, donde explotó como un goleador notable.
Pero todo cambió en 1984. Absolutamente todo. Napoli se salvó del descenso en la última fecha de la temporada 1983/84. La Societá necesitaba reforzarse para no pasar nuevamente tantos apuros. La directiva confió en un delantero argentino de notable experiencia, como era Daniel Bertoni. Petete, con 29 años y dos mundiales en su espalda, era un refuerzo estelar para los celestes. Pero una bomba se aproximaba. Esa bomba era Diego Armando Maradona.
16 de septiembre de 1984. Diego con la camiseta del Napoli. Debut en Verona. Fueron siete años intensos y gloriosos.
La historia es conocida. Diego rompe relación con la directiva del FC Barcelona a comienzos de 1984. Luego de su explosión en Argentinos Juniors y Boca Juniors, algunos ponían en duda la genialidad del astro de Fiorito. El 29 de junio de 1984, a cambio de 8 millones de dólares, Diego pasó a Napoli. Era pelearla desde atrás. En su presentación, 75.000 hinchas llenaron el estadio San Paolo tan solo para verlo. Nacía un amor único. Luego de un comienzo errático, la dupla Maradona-Bertoni consiguió lo que parecía un milagro: establecer a Napoli en Primera División.
En la temporada 1985/86 se mantuvo la dupla de extranjeros Maradona-Bertoni, pero se sumaron jugadores locales de notable jerarquía, como Claudio Garella y Bruno Giordano. Napoli terminó tercero en la temporada. Punto final para el paso de Bertoni en Napoles. Con 63 partidos y 18 goles, su aporte fue muy importante para el Napoli previo a los scudettos. Con Diego campeón en la Copa del Mundo de México 1986, la directiva de Napoles apostó al Scudetto y contrató al goleador Andrea Carnevale. El 10 de mayo de 1987 llegó la consagración. Napoli campeón del Scudetto. Diego logró el milagro. Liga y Copa de la temporada. Diego conseguirá un segundo Scudetto en 1990. En marzo de 1991, un control antidopaje lo dejó fuera de las canchas por más de un año. Esa situación y la relación rota con la directiva pusieron punto final al paso de Maradona jugador en Napolés. Será eterno en el recuerdo y en la emoción. También en el vínculo entre el club y Argentina.
En las siete temporadas que vistió la camiseta del Nápoli, Diego jugó 259 partidos oficiales, convirtiendo 115 goles y obteniendo dos Scudettos (1986/87 y 1989/90), una Copa de Italia (1986/87) y la Supercopa de Italia (1990). Luego de su fallecimiento, el 25 de noviembre de 2020, el estadio San Paolo tiene el nombre de Diego Armando Maradona.

 

Diego y Nápoli

 

El Napoli post-Maradona entró en una inexorable decadencia. La inercia de Diego le permitió durante algunos años mantenerse en la elite. Pero ya no era lo mismo. El primer argentino que vistió la camiseta celeste luego del paso del 10 fue Roberto Fabián Ayala. Defensor de notable jerarquía que llegó a Napoli en 1995 luego de brillar en Ferro Carril Oeste y River Plate. El Ratón disputó tres temporadas en Napoli, disputando 96 partidos y convirtiendo un gol.
José Luis Calderón: una transferencia millonaria y un puñado de partidos.
En la temporada 1997/98, el Napoli regresa a Serie B luego de 32 años. Una de las grandes frustraciones de aquella temporada fue José Luis Calderón. El goleador platense venía rompiendo redes en Estudiantes e Independiente. Fue contratado por 5 millones de dólares y su participación se redujo a sólo 7 partidos, sin goles convertidos.
Ley Bosman mediante, el Pasaporte europeo se convirtió en la babel del fútbol. Caldo de cultivo para hábiles representantes. En la temporada 1999/2000, con obligación de regresar al Napoli a Primera División, llegó al club el cordobés Miguel Bordi. Con buenos registros goleadores con All Boys, en el Nacional B, el Tanque tan sólo disputó 4 partidos sin convertir goles. Quien también tuvo un desempeño opaco fue el platense Luciano Galletti, quién marcó 2 goles en 11 partidos disputados.
En junio de 2000, Napoli regresó a Primera División. El club confió en tres refuerzos argentinos: Claudio HusaínMauricio Pineda y Facundo Quiroga. El rendimiento de los futbolistas fue dispar. Pineda, lateral izquierdo, mundialista en Francia 1998, jugó 22 partidos. El defensor puntano Facundo Quiroga disputó 28 partidos. El Turco Husaín, protagonista del exitoso ciclo de Vélez de los 90s y pasado en River Plate, completó tres temporadas en Napolí, disputando 44 partidos y convirtiendo un gol.
A partir de 2001, Napoli vivió las horas más oscuras de su historia. El equipo perdió nuevamente la categoría al término de la temporada 2000/01. En Serie B y jaqueado por las deudas, el futuro del Napoli era incierto. En aquella temporada 2001/02, el desconcido Esteban López D`Asero vistió la camiseta del Napoli. El volante, nacido en Argentina pero formado en el fútbol español, había disputado tan sólo un puñado de minutos con las camisetas de Albacete, Sunderland e Udinese. En aquel 2001 recaló en Napoli para jugar tan sólo un partido.
La falta de jerarquía del equipo hizo que Napoli estuviera al borde del descenso a Serie C en 2003. Finalmente, en 2004, jaqueado por las deudas, la histórica Societá Sportiva Napoli desapareció. El club fue refundado y debió comenzar su camino en la Serie C1. En esos tiempos difíciles apareció otro argentino que se ganó el corazón de los napolitanos. Roberto Carlos Sosa fue el héroe del Napoli al fútbol grande. Entre 2004 y 2008 disputó 131 partidos y marcó 30 goles que permitieron dos ascensos y el regreso a la Serie A en 2007. El Pampa es otro argentino en el corazón del pueblo napolitano.
El Pampa Sosa. Idolo en Napoli. El último 10

 

Un detalle: en 1997, Napoli quitó el dorsal 10 en homenaje a Diego. Cuando el equipo descendió a Serie C, la numeración era la histórica del 1 al 18. Sosa pidió ser el último jugador en utilizar la 10 del Nápoli, homenaje a Maradona.
Con la vuelta al fútbol grande en 2007, llegó el primer arquero argentino a Napoli. Nicolás Navarro fue adquirido por Napoli en 4.500.000 dólares convirtiéndose en el primer arquero extranjero del club. Un dato curioso: en 1935, el argentino Ángel Capuano llegó a Nápoli, pero no pudo debutar por una durísima lesión que sufrió en la pretemporada. Sin lograr tener minutos en el primer año, redondeó en su segunda temporada una buena cantidad de partidos. Jugó 22 partidos en Napoli antes de rescindir, unilateralmente, su vínculo con el club.
Ezequiel Lavezzi: 48 goles en Napoli.
Con la estela goleadora que había dejado el Pampa Sosa, Napoli buscará goleadores argentinos para sus próximas temporadas. A cambio de 6.000.000 de dólares, Napoli contrató a Ezequiel Lavezzi, goleador de San Lorenzo de Almagro. El rosarino se transformará en ídolo del club. En las cinco temporadas que vistió la camiseta celeste disputó 188 partidos y señaló 48 goles. Luego de conseguir la Copa Italia 2012, Pocho fue transferido al PSG en 31 millones de dólares.
En 2008, con la salida del histórico Pampa Sosa llegó a Napoles otro goleador: Germán Denis. Lo hizo acompañado de Jesús Dátolo, quién se había destacado en Banfield y Boca Juniors. Sus pasos fueron dispares. Dátolo jugó 25 partidos y convirtió un gol. Por su parte, Denis convirtió 15 goles en 71 partidos disputados.

Las buenas campañas del equipo le abrieron las puertas a más argentinos, siempre bienvenidos a los pies del Vesubio. En 2009 llegó Hugo Campagnaro. El mediocampista cordobés había comenzado su carrera en Deportivo Morón, en los torneos de ascenso. En forma casi anónima, en 2002 pasó al Pescara italiano. Luego de un paso por Sampdoria fue contratado por Napoli. Vistió la camiseta celeste cuatro temporadas, en las cuales ganó la Copa Italia 2012, disputó 143 partidos, marcó 4 goles y le permitió la consideración de Alejandro Sabella para ser parte del equipo subcampeón en la Copa del Mundo Brasil 2014.

José Ernesto Sosa es uno de los mediocampistas de mayor calidad de su generación. Surgido en Estudiantes de La Plata, fue campeón con el equipo platense del Apertura 2006. Transferido al Bayern Munchen, fue figura durante años en el club bávaro. En 2010 fue transferido al Nápoli, donde no brilló como se esperaba. Disputó 31 partidos y convirtió un solo gol.
En el verano europeo de 2011, cuatro argentinos fueron contratados por Napoli. Ellos fueron Christian ChávezFederico FernándezIgnacio Fideleff y Mario Santana. Los cuatro contribuyeron, en mayor o menor medida, para una gran temporada del equipo. Chavez y Fideleff no fueron tenidos en cuenta. El volante surgido en San Lorenzo apenas jugó dos partidos en Copa Italia; por su parte, el rubio defensor rosarino jugó cuatro encuentros de la Copa Italia que Napoli ganó en 2012. El patagónico Mario Santana tuvo mayor participación en el equipo. Disputó 11 partidos de la temporada. Pero la revelación de la temporada fue el tresalgarrobense Federico Fernández. Su firmeza y los goles al Bayern Munchen en Copa llamaron la atención de todos. Luego de dos temporadas fue cedido al Getafe español. Regresó a Napoli en la temporada 2013/14 donde tuvo un gran nivel que le permitió ser parte del equipo subcampeón del mundo en Brasil 2014. En su paso por Napoles, Fernández disputó 62 partidos y convirtió 2 goles.
En 2013 hubo una revolución en Napoles. Un salto de calidad que acercara al equipo hacia cotas más altas. Con la salida del uruguayo Edinson Cavani llegó Gonzalo Higuaín. El goleador de la Selección Argentina había brillado durante temporadas en Real Madrid y tenía un duro desafío por delante que cumplió con creces. Su transferencia costó 40.000.000 euros y devolvió la confianza en goles. En sus tres temporadas marcó 91 goles en 166 partidos. Una cifra asombrosa. Campeón de la Copa Italia 2014 y la Supercopa del mismo año, en 2016 fue transferido a Juventus en 90.000.000 de euros. Fue tan dura su salida que el pueblo napolitano pareció no perdonarlo.
En 2014 otro arquero argentino llegó al Napoli. Mariano Andujar defendió la meta en 27 encuentros. Cuatro goles que recibió en casa ante Lazio le pusieron punto final a su paso por el equipo celeste.
El último argentino, hasta mayo de 2023, en vestir la camiseta de Napoli es Giovanni Simeone. El delantero hizo historia obteniendo el Scudetto 2022/23 y tiene por delante más partidos y campeonatos para seguir acrecentando el histórico vínculo entre Napoles y Argentina.

 

Carlos Aira: Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica. Premio Jauretche 2021 a la Investigación Periodística.

 

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