Es inevitable recordar mis primeros días como diputada allá por diciembre de 2011 de la mano de Mario.

Mis jóvenes 32 años, mi compromiso con los vecinos que me habían elegido, mi responsabilidad de cumplir las expectativas con sensibilidad y profesionalismo, el respeto por el rol que había ejercido mi padre, la predisposición para ponerme en el lugar de quienes tenían dificultades y la curiosidad por aprender de aquellos quienes tenían más experiencia.

Si bien han pasado casi 12 años de mis primeros pasos, estos mismos sentimientos y valores son los que me han acompañado durante toda mi gestión.

El diálogo y la escucha me han permitido participar en la formulación de 118 proyectos de Ley (5 promulgadas), 805 de Declaración (más de 600 aprobadas), 86 de Resolución, 8 de Comunicación y 58 Solicitud de Informes.

Pero además tuve la posibilidad de convertirme en una herramienta de gestión, frente a organismos públicos y privados, para resolver trámites y necesidades a personas, organizaciones sociales, clubes, empresas, de mi ciudad y de toda la región. Mi vocación por resolver demandas, me permitió complementar mi rol legislativo, con una fuerte impronta ejecutiva, en una búsqueda permanente por facilitar y agilizar respuestas.

Seguramente no pude dar respuestas a todas las necesidades que me llegaron, pero tengo el orgullo personal de haber dado todo ante cada demanda, ya sea de una familia ante una emergencia de salud, o un club que requería ordenar su documentación, o una empresa que necesitaba importar un producto, siempre me puse al frente de la gestión, cómo un desafío personal.

Este año tome la decisión de abandonar mi rol legislativo, para competir para ser Intendenta de mi ciudad, convencida de que estoy preparada y tengo la experiencia suficiente para profundizar mi función ejecutiva e implementar un plan de gobierno, y lo hice convencida y sin especular. De esta manera, y lejos de despedirme, agradezco a mis años de diputada, y refuerzo mi compromiso con la gestión y la búsqueda de políticas públicas que mejoren la vida de nuestras comunidades.

Finalmente quiero agradecer.

Agradecer a mi familia, por el amor que me transmiten, por no reclamar las ausencias, por levantarme en la frustración, y limitarme en las alegrías. Lucas, Sara, Bauti los amo, gracias.

Agradecer a mi equipo de trabajo en la Cámara que han materializado cada uno de mis pedidos, superando mis expectativas, gracias por acompañarme en las buenas y en las malas.

Agradecer a todo el equipo del Frente Renovador de Junín, por elegirme, por empujarme, por hacerme sentir su cariño.

A cada vecino y vecina que confió en mi para contarme su historia, y hacerme parte.

Agradecer a mis compañeros de bloque por el aguante y a cada diputado y diputada que he compartido en la Cámara, he aprendido mucho de ustedes.

Y finalmente a Sergio Massa, que ha confiado en mí una y otra vez, sin más exigencia que ser como soy.