Hace exactamente 45 años la ciudad de Junín se sorprendía con la noticia de que ciudadanos que interactuaban en la cultura habían sido secuestrados y desaparecidos.
Las autoridades policiales, militares, judiciales y eclesiásticas negaron saber el hecho.
Pero los familiares y allegados sí sabían que fueron secuestrados en la oscuridad del del 24 de enero de 1977 por sicarios al mando de Silvio Manzanares, Jefe de Inteligencia de la policía y del Coronel Camblor de la Subzona 13 del Grupo de Artillería 601 del Ejército Argentino.
Imelde Sans testimoniando sus secuestros. En el fondo los represores Esterlich y Manzanares
Ariel De Siervo, Director Cultural de LT20 Radio Junín, Juan José Martín, Director del “Coro Vocal J”, Ruben Liggera, Poeta, Armando Álvarez, músico, Imelde Sans, poetiza, Horacio Arce, conductor de radio y Normando Di Sabato, coleccionista de discos vinilos, fueron arrancado en la oscuridad de la noche del 24.
Testigos reconociendo los lugares de secuestro y tortura
La misma suerte llevaron Ana María Rinaldi, Ricardo Vega, Héctor Vega, Víctor “pichi” Pajoni, Graciela Raquel Ciappesoni y Jorge Cerutti, colaboradores en el grupo “amigos del Arte”.
Benito de Miguel, Gerente del Racing Club de Avellaneda y presidente del MID provincial, fue secuestrado a la luz del día con su pequeño hijo de cinco años, quien estuvo en la comisaria cuidado o vigilado por la policía María Emilia Sexto. De Miguel fue trasladado en el piso de un automóvil Fiat 1.500 a la unidad penitenciaria en construcción donde fue torturado y acusado de ser el jefe del ERP.
Benito De Miguel
Por intervención del ex presidente de la nación, Arturo Frondizi, tuvieron que “blanquearlos” y ponerlos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, ya que el General Suarez Mason, titular del Primer Cuerpo del Ejército había mandado al teniente auditor Herrero a realizar la investigación, cosa muy inusual, éste, informó el disparate y la farsa de toda la operación montada.
Todos estuvieron secuestrados en la cárcel de Junín, en aquella época en construcción, donde soportaron feroces torturas acusados de pertenecer a una célula del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo).
Habían decidido fusilarlos aplicándoles la ley de fuga o el consabido “enfrentamiento armado” tan común en esa época. Para ello pidieron el apoyo de las entidades intermedias de la ciudad, que se reunieron en el Club Social bajo la dirección del presidente del club, Caviglia, y el presidente de la Sociedad Rural, Cogorno.
Era tal el dislate de la propuesta contra hombres y mujeres honorables de la ciudad de Junín, que Juan Ignacio Borchex y el agrimensor Crosetti se opusieron categóricamente, pero así mismo los representantes de las entidades presentes votaron para apoyar o no el fusilamiento. El resultado fue un empate en cuatro.
Jorge Cogorno
No obstante la Sociedad Rural se pronunció en un comunicado que llevaba la firma de Jorge Cogorno y Alejandro Barbieri, donde se lamentaban el hecho de que “queridos y señalados ciudadanos anduvieran en esos menesteres terroristas”.
Los testimonios de las torturas principalmente a Ariel De Siervo y Alberto Silva tienen connotaciones brutales y quedaron plasmados en el libro “El Orden de las Tumbas” y “Condenados”.
Para De Siervo fue el principio del fin: ”…Me cambió la vida, me hizo pedazos, porque estuve a punto de morirme cuando me torturaban con la picana eléctrica y me dio un paro cardiorespiratorio…”
Ariel De Siervo
A “Beto” Silva que había sido acusado de fabricar silenciadores para el ERP por el grupo fascista que operaba en Junín, tales como los hermanos Chechi, Darío González, Ariel Giménez, Carlos Alberto Dagna, Juan Mingorance, Alberto Giglioto, Croco, Abdala, Pergolini, Guazzaroni y Calvo, entre otros, fue el que sufrió las peores torturas durante todos los días en que estuvo secuestrado, aún cuando lo retiraron de la UP13 y fue trasladado a la Comisaría primera donde los tormentos prosiguieron. Reconoció al policía Camarro, y a los doctores Chiacchetta y Luis Farah
Imelde Sans y Nora Cortiña durante el juicio a los represores
La poetiza Imelde Sans, fue secuestrada dos veces, entre el 7 y 8 de julio de 1976 y el 24 de enero de 1977, en que estuvo en las celdas de un camión Celular toda la noche para luego ser trasladada a la cárcel en construcción y detenida clandestinamente durante seis días sometida a torturas. «Fueron años muy dolorosos en que tratamos de seguir con nuestras vidas…Además quedamos marcados con un tinte jorobado para esa sociedad…» , manifestó Imelde en un programa radial.
Héctor Di Giulio fue visto en la UP 13 cuando era un campo de concentración clandestino de torturas
Ciappessoni fue secuestrada junto con el Contador Pajoni quien sufrió crueles tormentos. Ciappessoni fue liberada a instancia del Coronel Larrategui, responsable por la masacre de Margarita Belen. Fue trasladada hasta su casa en un auto acompañada por Silvio Manzanares.
Larrategui
El poeta Ruben Liggera fue detenido y torturado acusado ser «presunto integrante de una célula subversiva, de pertenecer a la juventud peronista, al Frente de Izquierda Popular, al Movimiento de Integración y Desarrollo y ser autor de libros obscenos…». En comentarios al periodista Gabriel Forte destacó que : «…Era ver la muerte de cerca. Uno quiere morir porque no soporta más el dolor físico…»
Ruben Liggera
El pianista Armando Álvarez fue uno de los artistas que más tiempo estuvo detenido. Fueron innumerables las cárceles que «visitó», incluido simulacros de asesinatos desde aviones en vuelo. Sus verdugos le golpeaban las manos y los dedos y le decían: «Así que vos tocas el pianito…»
Armando Álvarez
El Teniente Coronel Melzner reconoció en privado que se habían equivocado, «pero sería un papelón», dijo, si los dejáramos en libertad. Aunque meses después, tras la pregunta de Ricardo Vega del por qué los habían secuestrado, Melzner le manifestó: “ustedes estuvieron presos por ser “aviva giles”.
Amengual de reconocida participación goza de impunidad
Recién a los tres meses salieron los primeros 6 detenidos: Imelde Sans, Benito De Miguel, Ariel De Siervo, Alberto Silva, Ricardo y Héctor Vega. De los 14 secuestrados, Armando Álvarez y “Coco” Cerutti fueron los últimos liberados después de un año de padecimientos.
Criminales en el banco de los acusados
A 45 años de estos aberrantes hechos solamente la justicia condenó a 7 represores. El resto de los delincuentes caminan impunes por las calles de Negreti.