LA CIENCIA Y LA MAGIA DE GARCÍA MARQUEZ

Cultura

Gabriel García Márquez.

LA CIENCIA Y LA MAGIA DE GARCÍA MARQUEZ

Todo este cruce entre ciencia, magia y literatura alcanza su máxima expresión en la exitosa novela Cien años de soledad (1966), del célebre escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio nobel de literatura 1982, ya que muestra una inequívoca relación entre los tres conceptos.

La obra consta de veinte capítulos, y la referencia a este tema está contenida en el primero. Sin embargo, la llegada de los gitanos a Macondo con los nuevos inventos, encabezados por su líder, Melquiades, son determinantes en todo el desarrollo y evolución de la novela, ya que este personaje aparece y desaparece a lo largo de la obra hasta el final.

En efecto, los pergaminos del gitano Melquíades -que los Buendía tratan de descifrar-, refieren toda la historia de esa estirpe de los Buendía, fundadores y actores principales en la vida de Macondo, así como el destino de este pueblo. Melquiades, y sus gitanos llevaron la ciencia y la magia a Macondo, compartiendo con sus habitantes los hallazgos científicos. En la obra, se destacan quince inventos aportados por los gitanos, que van desde el imán, <la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia>; el catalejo y la lupa gigante; la dentadura postiza; el hielo; la estela voladora, entre otros.

Melquiades es un personaje ambiguo, polifacético que se maneja en la ciencia pero también en la magia, la alquimia y ostenta poderes sobrenaturales. El autor lo considera un ser prodigioso que poseía las claves de Nostradamus y parecía conocer el otro lado de las cosas. Versado en alquimia, como conocedor de los siete metales de los siete planetas y la fabricación de la piedra filosofal; consultor de las formulas de los grandes sabios y alquimistas como Zósimo, Moisés, el monje Germán, Maria la judia y los sabios de Memphis.

Fulcanelli, seudónimo de un autor desconocido de libros de alquimia del siglo XX, en su obra El misterio de las catedrales (1922), testimonia que en el dialecto de los gitanos estaba contenido un lenguaje característico o idioma sagrado, que enseña el misterio de las cosas y desvela las verdades más ocultas.

La explicación de la inclusión del tema científico en Cien años de soledad tiene dos vertientes. Por un lado, si seguimos la exposición de M. Vargas LLosa, en su extenso estudio García Márquez, historia de un deicidio (1971), García Márquez utiliza la magia y la ciencia como uno de los recursos estilísticos principales para trasladar seres, objetos, y situaciones de lo real objetivo a lo imaginario y de lo particular a lo general, ya que lo real imaginario tiene un efecto arrollador, totalizante y es el elemento hegemónico de la materia narrativa en la novela .

Por otra parte, la ciencia fue un factor de progreso y bienestar en la transformación histórica de Macondo, ya que evolucionó de una aldea de cuarenta casas de barro, aislada, pobre y subdesarrollada, a una comunidad en periodo de prosperidad, donde se renueva el aspecto urbano, se introducen adelantos como, el ferrocarril, la luz eléctrica, el cine, el gramófono de cilindros y el teléfono, con una incipiente producción industrial, con una fábrica de hielo y helados, con nuevas clases sociales-técnicos y obreros- a partir de la llegada de la inversión extranjera, representada por la compañía bananera, que convierte a Macondo en país monoproductor de materias primas e inicia su caída y desaparición, con la fiebre del banano, lo cual significó la decadencia de los Buendía, su ruina económica y su disgregación por el mundo (Vargas Llosa. 1971)

Fuente:  Miguel Berroteran Ochoa

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